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lunes, 7 de abril de 2008

Se cumplen 128 años de la Fundación del Nuevo Huixtla


* Una introducción a la historia de la ciudad de la piedra y de sus bellezas



Amediados del Siglo XVI, desde la Epoca Colonial y de la Independencia hasta 1821 perduró la sociedad primitiva de Huixtla --que en aquel entonces era llamada Huizta--, pueblo que en ese tiempo era solo un amontonamiento de chozas sin calles.
Don José María Paz, en su carácter de primera autoridad enérgica, ordenó que se derribaran los árboles “con todo y dueños, porque el progreso de este lugar no debe detenerse”, lo cual no se desobedeció y se abrieron las calles y con ello el inicio de la fundación del Nuevo Huixtla que se consumó en 1880.
Conforme a los datos que recabó el entonces cronista de la ciudad, el señor José María Soto Paz, y publicado por el aficionado de la historia de Huixtla, Manuel de Jesús García Guillen --cuyo trabajo asegura que le llevó 6 años--, hace 126 años, cuando se tenía la categoría de aldea desde 1858.
Ascendió a ser pueblo y cabecera municipal en 1908 con la llegada del Ferrocarril Panamericano --que ahora la empresa Chiapas-Mayab pretende demoler, al cerrar sus operaciones--, con lo cual comienza la recuperación económica y el arranque del Huixtla moderno hasta ahora ser afamada como “la ciudad de la piedra”.
Aunque desafortunadamente no contamos con un cronista de la ciudad --después de Carlos Avendaño de León--, la historia de este lugar es basta y llena de mitología desde sus orígenes, leyendas, personajes, desarrollo y hasta en la política.
Por eso, se han encargado de dejar un precedente del pasado tanto escritores como periodistas, quienes han dedico libros y poemas.
“Huixtla es un vergel”, la canción que interpretó Emigdio de Aquino y que escribió Gilberto Amores Salindas, en donde ambos le dedican fragancias mil a este lugar que para muchos no tiene tanto tiempo de existencia y ha salido adelante a comparación de otros municipios antiguos.
En la parte sur del Estado de Chiapas, se localiza el municipio de Huixtla, cuya cabecera está situada a una altitud de 30 metros sobre el nivel del mar, conforme a los datos geográficos. Limita al norte con Motozintla, al sur con Huehuetán, Mazatán y el Océano Pacifico, al este con Tuzantán y al oeste con Villa Comaltitlán. Su extensión territorial es de 385 kilómetros cuadrados, que representa el 0.51 por ciento de la superficie del estado de Chiapas y el 0.20 por ciento del territorio de México.
El punto de acceso es la carretera federal No. 200 que corre paralelamente a la costa, entra al estado de Chiapas por la localidad de Arriaga, pasa por Tonalá, Pijijiapan, Mapastepec, Escuintla, Huixtla y Tapachula. Otra punto de acceso es la carretera Número 211, que une las carreteras Números 190 y 200, pasando por las localidades de Frontera de Comalapa, Amatenango de la Frontera, Mozintla de Mendoza y Huixtla, donde se une con al carretera federal 200.
El principal curso de agua es el Río Huixtla que recorre el 5.86 por ciento de la superficie del Estado. Su caudal es permanente y que con el crecimiento de la ciudad fue desviado, pero que actualmente empieza a partir la ciudad en dos partes, otro es el arroyo intermitente El Cuzco que nace en los límites de Huixtla con Tuzantán. Y que actualmente su caudal ha disminuido y es utilizado como canal para drenar las aguas negras de la ciudad.
En la cabecera municipal y en la mayor parte del municipio el clima es cálido-húmedo con lluvias abundantes en verano, al sur es cálido-subhúmedo con lluvias veraniegas. La cabecera registra una temperatura media anual de 27.5ºC y una precipitación pluvial de 2,500 milímetros al año. Los vientos predominantes son de norte a sur.
La superficie municipal está conformada por zonas accidentadas, que es un 30 por ciento que constituyen parte de la Sierra Madre de Chiapas; lomeríos, un 10 por ciento, formando la zona de transición entre La Sierra y La Llanura del Pacífico que ocupa con sus terrenos planos, con un 60 por ciento, el sur del municipio.
Dentro de la flora encontramos los maderables el coyol, cuchunuc, guanacastle, guapinol, morro, palo mulato, quebracho, botoncillo, madre de sal, mangle blanco y mangle colorado.
La fauna es rica y variada, pues existen especies como el caimán, cocodrilo, cigüeñón, espátula, garcita verde, gaviota, golondrina de mar, loro, pelícano, tecolotito, manglero, mapache, murciélago, jaguar, puerco espín, armadillo, tepescuintle, tuza, conejo, gato montes, boa, cantil, iguana de ribera, chachalaca copetona, urraca copetona, liebre, zorrillo rayado y oso hormiguero, que algunas de estas especies se encuentran en peligro de extinción, sobre todo después de Stan.
Su agricultura y vegetación mas importante el café, maíz, fríjol, cacao, caña de azúcar, mango, marañón, frutas tropicales que se cosechan en temporada, pastizal para ganado y agricultura de temporal como el melón, sandia, pepino y otros.
Una de sus sitios históricos es la Estación de Ferrocarril, que data de 1908 y que fue construida a base de ladrillos y techo de teja de barro, que permanece intacta a pesar de sufrir los embates de la naturaleza el año pasado, pues su estilo es único en la región por lo cual es considerada un monumento arquitectónico.
En la época de la revolución fue utilizado por los revolucionarios llamados caudillos del sur, para llegar a esta zona de del sureste mexicano.
La ciudad se llena de color cuando se realizan las fiestas populares. En Huixtla no podía ser la excepción así que del 14 al 21 de Febrero se lleva a cabo la feria comercial, agrícola, cultural y el 4 de Octubre la Fiesta San Francisco de Asís, el padrón del pueblo, a pesar que las autoridades municipales son afines al evangelio.
Las leyendas no podían ser olvidadas así este lugar es admirado por el misterio que envuelve de “La Piedra de Huixtla”, monumento natural visitado por los mismos Habitantes de la región, de otros estados de la república y por extranjeros que llaman el lugar como sitio ideal para escalar.
Huixtla es cabecera municipal y el municipio No. 40 de 118 municipios. Pertenece la zona VIII que corresponde a la Zona Soconusco.
Los sitios más importantes para los visitantes extranjeros y foráneos son la piedra de Huixtla, Estación del Ferrocarril, Brisas de Hueyate y el centro de la ciudad, pues goza de una excelente geografía, de cultura de los pasados, de un marco social y económico, de una infraestructura y de páginas que se han escrito por familias que vinieron asentarse y dejaron un legado.
Después de ser devastada por Stan, se recuerda sus ayeres, en donde se registraron importantes cambios y movimientos para que Huixtla alcanzara lo que ahora es. Y a pesar de los embates de la naturaleza y de las autoridades, sigue de pie y adelante, demostrando por qué es la ciudad que tanta historia envuelve.



Los inicios de Huixtla, h
oy la ciudad de la piedra

La actual ciudad de Huixtla fue fundada con el nombre de Huiztlán en 1486, como pueblo tributario de los aztecas, y en 1611 se realizó el primer censo de población que arrojó a 330 habitantes.
A 6 siglos después, en el año 2000 se registraron 10 mil 520 viviendas particulares, de las cuales 75.56 por ciento son propiedad de sus ha
bitantes y 24.09 por ciento son no propias. En promedio cada vivienda la ocupan 4.54 habitantes, que rebasa al indicador regional y estatal que es de 4.60 y 4.85 de ocupantes por vivienda respectivamente.
Recopilar antecedentes históricos de Huixtla, no es tan fácil como consultar un libro en las bibliotecas, por lo cual la búsqueda resulta todo un reto.
Sin embargo, nos encontramos con la Enc
iclopedia de los Municipios de México, editada en los años de 1987 y 1988 por el entonces Centro Nacional de Estudios Municipales de la Secretaría de Gobernación, en coordinación con los estados y municipios del país, y ahí consultamos el tomo "Los Municipios del Estado de Chiapas", que promueve el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal.
Aunque la información del inicio de Huixtla es muy escueta, da datos importantes, como la fecha en que fue elevada a categoría de ciudad por decreto promulgado por el entonces Gobernador de Chiapas, Raymundo Enriquez, el 17 de Enero de 1931.
Pero, el origen de Huiztlán, nos explica el aficionado de la historia de nuestra ciudad, Manuel de Jesús García Guillen, quien recabó la información del folleto del Profesor Alberto C. Culebro --cuyo nombre lleva la Preparatoria de este lugar--, “se remonta y se pierde en el pasado del tiempo y del espacio”.
Y segunda la leyenda y la crónica de los historiado
res, antiguamente estuvo habitada por las tribus indígenas Mame-Quiches, quienes en sus paganas fiestas religiosas practicaban las danzas denominada “del chalchihuistle”, que representaba el exótico rito ceremonial en holocaustos a sus dioses, que consistía en auto-sacrificios con espinas de Ishuacanal, de donde deviene el nombre de Huiztlán, que significa lugar de sacrificio con espinas.
En papeles antiguos, se lee “Viztlán” y de la piedra parada de 6 barras, confundiéndose con las piedras paradas que --según con la información de García Guillen-- se encuentra en diferentes lugares de la región y que ordenó el entonces caciqu
e maya conocido como Been.
En sí, hay muchos lugares iguales y similares que llevan el nombre de Huixtla, desde las primeras invasiones toltecas y que fue en sustitución de la lengua primitiva Maya-Chique o Mame, pues los primeros habitantes fueron de estas razas.

En 1705, llegaron a Chiapas los primeros toltecas, mientras en los años 900 y 1,200 los mames se establecen en La Sierra e invaden El Soconusco y en 1400 y 1470 se da la guerra entre soconosquenses y quiches para 1485 ser sometido al Huixtla primitivo. En ese entonces, pasó Pedro de Alvarado rumbo a la conquista de Guatemala, Centroamérica.
Y en 1486, los aztecas establecieron un paraje tributario para que los núcleos indígenas pagaran sus tributos, pero en aquel entonces Huixtla no tenía ni la categoría de aldea ni de pueblo, por lo cual el Profesor Alberto C. Culebro --conforme al folleto que elaboró-- determinó que no se podía considerar que los aztecas fundaran Huixtla.
Aquí, el ilustre personaje de Huixtla, contradice a la obra de Los Municipios de Chiapas. “Como equivocadamente se consigna… En todo caso los aztecas fundaron y establecieron ese paraje tributario en el año que se indica, lo cual es completamente distinto a fundar un pueblo”, expone en el documento que dejó para la historia.
“Por consiguiente, como dice el viejo adagio popular: No hay que confundir la gimnasia con la magnesia. Tan es así que el primer censo de población levantado en 1611, Huixtla aparece con 330 habitantes -en donde coincide con el tomo-- y en la época de La Independencia de Chiapas en 1824 con 586 por decreto”.
Y analiza: “Esta hasta cie
rto punto curioso lo que pretendemos llamar historia de esta población, ya importante ciudad, pues bajo el punto de visto arqueológico o etimológico, como por las citas históricas que de ella se hacen, resulta una población que ha existido en diversas etapas, alternativamente desde tiempo anterior a la conquista Española-Indigena que ha tenido importancia en varias ocasiones y ha desaparecido algunas veces”.
De esta forma, por su arqueología, aunque sin monumentos ponderantes, acusa a ser pueblo antiguo, pues existen en las márgenes del río vestigios de población que sin duda constituyeron el antiguo Huixtla.
Un Huixtla propiamente de mediados de la era 1100, a poco más, siendo el principal núcleo arqueológico, que se podría encontrar en el río, a un kilómetro del puente del Ferrocarril, en donde hasta se situaba un panteón aparentemente posterior o primario colonial, todo de tipo Olmeca o Man Mayano, en donde se han encontrado desde huellas hasta objetos de su vida colonial y de su existencia primitiva.
En la Avenida Juárez Sur Número 1, se hallaron 2 tinajas de bronce, envases de aceite o de aceitunas españolas descubiertas por el ciudadano Porfirio Torres Romero, en 1941, quien encontró estos vestigios debajo de su piso.
Así como también una ser
ie de monedas extranjeras y españolas coloniales enterradas en la Calle Juárez Sur, en la Escuela Manuel Rea, y otros objetos de cerámica en profusión en 1930.
“Estos datos y otros más, obligan a aceptar que Huixtla es pueblo de Soconusco, por lo menos de fundación Maya-Quiche”, concluye el Profesor Alberto C. Culebro.
En sí, no hay un precedente histórico que compruebe los inicios de Huixtla y quienes la fundaron, pues este lugar se encuentra envuelto por las leyendas y la mitología.
Sin embargo, continuaremos en las próximas entregas tratando de hacer historia sobre esta legendaria ciudad, por lo cual hacemos el llamado a aquellos ciudadanos que posean datos, documentos y fotografí
as históricas a colaborar para dar a conocer nuestros orígenes. (Investigaciones Especiales/Zona Costa)


La Familia Paz, fundó el Nuevo Huixtla hace 128 años

Don José María Paz, conforme a la Enciclopedia de los Municipios de México, fue el impulsor del desarrollo en Huixtla, hoy la gloriosa ciudad de la piedra.
Personaje que a la historia ha pasado como el Sub-Jefe Político en el año 1880 y que también fue cronista de la ciudad.
Todo surge con la llegada al primitivo Huixtla de la Familia Paz, precisamente en aquel entonces, encabezados por Don José María Paz, quien era considerado un “patriarca”.
Conforme a la monografía histórica tradicional de la ciudad de Huixtla del Profesor Alberto C. Culebro, provinieron del vecino municipio de Huehuetán. A Don José María lo acompañaban las personas que eran identificadas c
omo Don Lorenzo, Tiburcio, José Domingo, Región y Juan María, todos de apellidos Paz, y Don Juan Agustín Marroquín.
Los nativos de aquellos tiempos no sabían pronunciar bien Huixtla, pues decían “Huizta”. En ese ayer, la ciudad de la piedra era solo un amontonamiento de chozas sin calles y sin trazar la plaza.
Según los relatos de Doña Agripina Paz Toledo de Soto, los indios se abrazaban a sus árboles frutales para evitar que fueran talados.
Pero, Don José María Paz al ser nombrado primera autoridad enérgica de Huixtla en ese entonces, dio una orden de derribar los árboles, incluso “con todos y dueños, porque el progreso de este lugar no debe de detenerse”, lo cual se atendió sin oposición y con ello las calles se abrieron y el inicio al desarrollo de
Huixtla.
De esta forma, el ilustre personaje comenzó a diseñar las calles y sobre todo la plaza, en donde se construyó más tarde la entonces Casa para los Despachos de los Negocios Públicos. A un costado, se ubicó la Iglesia con un pequeño campanario y la casa para la escuela.
El reto de la Familia Paz y del Señor Marroquín era sacar a Huixtla de la época primitiva, por lo cual estaban preocupados --indican los datos recabados por el aficionado de la historia de Huixtla, Manuel de Jesús García Guillen-- hasta conseguir que recuperara su antigua categoría de pueblo y cabecera de municipio en 1898.
Así también lo cita la Enciclopedia de los Municipios de México, en donde se señala que en 1858, debido a la decadencia económica del pueblo, fue degradado a la categoría de aldea, dependiendo del pueblo de Tuzantán hasta 1898, cuando Huixtla recupera su antigua categoría de pueblo y de cabecera de municipio.
“Así, eran rudos ancestros de temple de carácter y de firme resolución ejecutivas”, cita Don José María Soto Paz, el cual --asegura
García Guillen-- pasó a convertirse en cronista de la ciudad.
La historia indica que años más tarde de la República de El Salvador llegó muy joven, Don Francisco Andrade, quien tuvo arraigo siendo presidente municipal interino en 1914.
Esto, después de que en 1908, llegó del Ferrocarril Panamericano y con ello empezó el detonante económico de esta ciudad, y un año antes del 13 de Enero de 1915, fecha en que las fuerzas constitucionalistas rescatan la plaza de la que desde días anteriores se habían posesionado las fuerzas contrarrevolucionarias mapachistas, comandadas por el tapachulteco Ángel María Pérez.
Don Francisco Andrade, construyó el primer parque central al que nombró Francisco I. Madero, uno de los luchadores de la Revolución Mexicana, y cuyo homenaje se sigue guardando hasta esta modernidad.
Y tiempos antes, en 1881, según copia fotostática certificada del acta de cabildo celebrada el 4 de Marzo de ese mismo año, Don José María inauguró la primera escuela para enseñanza de los niños.

Por eso, se establece que el Nuevo Huixtla fue fundado por Don José María Paz, quien fue Sub-Jefe Político en 1880.
En este periodo, otro acontecimiento trascendental fue en 1913, cuando un grupo de reaccionarios ataca Huixtla, que fue defendida por ciudadanos de filiación maderista al mando de Felipe Arévalo, político de aquel entonces que es considerado como un de los personajes ilustres de nuestra ciudad.
El siguiente fue en 1915, año en que desaparecen las jefaturas políticas y se crean 59 municipios libres, quedando Huixtla dentro de esta primera remunicipalización.
El del 6 de Mayo de 1920, cuando las fuerzas carrancistas son derrotadas por los obregonistas al pretender tomar la plaza. Los obregonistas, eran partidarios del general Tiburcio Fernández Ruiz.
Y el más importante, que se dio el 17 de Enero de 1931, al ser elevada a la categoría de ciudad por decreto promulgado por el e
ntonces Gobernador de Chiapas, Raymundo E. Enríquez.
A partir de entonces, Huixtla es considerada con importancia en el aspecto político y social, no solo a nivel estado, sino en el plano nacional. Comienzan a darles mayores recursos económicos para dotarlas de servicios.
Aunque no solo el Gobierno inició a darle atención a esta ciudad, sino también los empresarios voltearon a verla, por eso instalaron sus empresas, que en su mayoría eran agroindustrias por las principales producciones del c
ampo como el café y el azúcar, que ahora enfrentan duras crisis.
A meses de que se cumplan 76 años de pasar Huixtla a ser ciudad --el próximo Enero de 2007--, muchas cosas han cambiado. Algun
as para el bien del progreso y otras en retroceso. Tanto por el mal desempeño de los alcaldes que han gobernado de los diferentes partidos políticos, como a causa de los fenómenos naturales registrados en 1998 y en el 2005.
Pero, lo más importante, es qu
e ante las adversidades sigue siendo la gloriosa “ciudad de la piedra”, llena de historia y de mitos.
Por eso, seguimos llamando a los ciudadanos que cuentan con datos importantes de nuestro pasado para ayudarnos a mostrar cuáles fueron nuestras raíces.

En esta ocasión, presentamos dos gráficas. La primera, de la piedra de Huixtla, prestada por Don Efraín Escobar, y que fue captada a metros de distancia, donde se aprecia un camino. Y la otra tomada desde el Mercado Miguel Hidalgo, el principal centro de abastos de la ciudad. (Investigaciones Especiales/Zona Costa)

Historias de vida

El “sueño americano”, cuando se convierte en sufrimiento

* La historia de un huixtleco, que pasó varias calamidades para llegar al país considerado del “primer mundo”

"Desaprovechamos las oportunidades que México nos da”, sostiene Oscar Zarsoza Solís, quien tiene 10 años de trabajar en los Estados Unidos.
Para que se cumplirá su “sueño americano”, primero pasó una aventura, al ser regresado por la migra a Matamoros.
“Después de tener trabajos malos, regulares y buenos, que uno a veces no aprovecha en su tiempo y cuando sentimos que se han cerrado las puertas, lo único que nos queda es partir en busca de mejores oportunidades”, señala el huixtleco, a través de una carta que titula “Sueño y Aventura”.

El comienzo
En Junio de 1997, se encontraba en Matamoros, pegado al Río Bravo y a 100 metros de las casetas de Migración.
“Es ahí donde tuve mi último trabajo --antes de ir a los Estados Unidos--, en un lugar en donde tal vez si mucho existen unas 20 casitas o ranchos”, precisa.
Tuvo la suerte de que tenía familiares de su esposa en la Frontera Norte, en una casa tipo fonda para los traileros, los cuales contactaron a uno de los propietarios de esos lugares para comenzar a prestar su mano de obra.
“La verdad, no me importaba lo que fuera, pues ya se mencionaban los maravillosos billetes verdes (dólares) tan maravillosos como el meritito chile jalapeño mexicano. Y en la charla llegue a escuchar que iría a trabajar a un rancho en la cosecha del bombón y en mi cabeza luego llegó el pensamiento que de campesino. ¿Y ahora qué, si nunca en mi vida había trabajo de algo así?”, confiesa Zarsoza.
Sin embargo, recordó que antes se había desempeñado de peón de campo para la empresa Tabacos de México (TABAMEX), la cual llegó a existir en Huixtla y “que nos dio mucho, ya que lo que no nos daba, se lo arrebatábamos y por fin acabaron con ella”, critica.
Su primer día de trabajo en ese rancho de Matamoros comenzó a pintar muy bien, pues el dueño le dio un aventón para enseñarle el lugar, el cual se encontraba a 3 kilómetros en donde vivían los familiares de su esposa.
Oscar, se sorprendió por lo enorme del terreno, pero de inmediato cambió su estado de ánimo, pues ahí le dieron una pala y azadón, que fueron sus herramientas de trabajo. Así, laboraba bajo presiones de los capataces, quienes vigilaban la limpieza de la hierba.

El sufrimiento
Conforme las inclemencias del sol se dejaban sentir, el paisano asegura que recordó las palabras de su madre, con las recomendaciones de estudiar para llegar a ser alguien en la vida. Sin embargo, vino la hora del almuerzo, después de las 12 del día, y para eso, todos se iban a una galera, en precarias situaciones.
“Ahí me quedaba, pensando en lo que me esperaba, pensando si soportaría todo aquello”, explica Zarsoza.
Los aventones, también acabaron, por lo cual tenía que levantarse a las 4 de la mañana para transitar los 3 kilómetros a orillas del Río Bravo, para llegar al trabajo. Y la gente, le advertían de los asesinos por esos rumbos. Como consecuencia, “siempre caminaba armado hasta los dientes. Me conseguí un machete”.
Después de este sufrimiento, comenzó a alimentarse el ánimo de cruzar para llegar a sueldo Americano, aunque tenía sus dudas.
En la Terminal de Autobuses de Matamoros, al hacer un mandado de los familiares de su esposa, encontró en su cartera una tarjeta con el número de teléfono de su hermano, en los Estados Unidos.
A pesar de esto, antes no se había animado a hacer esta travesía, porque pensaba “que no era traidor a mi patria. Que a Estados Unidos solo se van los de falta de capacidad. Y bueno, la vida te quita todas esas ideas y aprendes que la palabra “nunca”, no es exacta”, reconoce.
En el primero intento de localizar a su pariente, solo encontró a su esposa. Y en el siguiente, logró tener comunicación. Al final, encontró el apoyo de Rubén.
Buscó a los “polleros” que se encuentran en la terminal y le dio la confianza a uno, supuesto conocedor de la gente de Huixtla e hizo el trato por 750 dólares.

La “amarga” experiencia
Lo mandaron a un hotel, en donde se topó con 30 más en busca del “sueño americano”. Todos entraron en 3 carros, como sardinas.
Después, el “guía” les decía que debían cruzar el río de noche, correr por tramos y tirarse al suelo, para no ser vistos por los de Migración. En ese grupo, iban mujeres, los cuales recibían auxilios del resto.
El huixtleco, recuerda el último descanso que tuvieron de las 12 de la noche hasta las 4 de la mañana, esperando otras 3 camionetas de doble cabina. La mayoría, se fueron en las góndolas y él, acompañó a una mujer en la cabina, y no buscó un lugar para salir rápido si se aparecían los Policías de los Estados Unidos.
Para las 7 de la mañana, ya habían pasado la frontera, sin embargo, alguien había dado el “pitazo” y empezó la persecución.
“Yo miraba hacia atrás de la camioneta y veía como los que iban en la góndola, volaban, saltaban y corrían para todos rumbos”, recuerda, mientras le invadió el temor al no poder escapar.
Al haber recibido las indicaciones del “pollero” sobre el chofer, de que lo fueran protegiendo, cuando ya lo tenían sujetado de la camisa, Oscar salió de la camioneta, aprovechando el momento para zafarse y salir corriendo.
“El de la migra, enojadísimo, desde el lado del volante me logra trabar con las esposas en una muñeca y me jala con mucha fuerza que logra arrastrarme por arriba de los asientos y dejarme caer de la camioneta al pavimento de la calle para luego sacar la pistola y pegarme con el cañón en la cabeza. Arriba del oído empecé a sangrar. Estaba tirado con la cara al suelo y el tipo con una bota sobre mi cabeza, era ya para eso como las 12 del día, y el pavimento estaba ardiendo. Eso no se me olvida”, sostiene.
Su estancia en las oficinas de Migración de Estados Unidos fue por un día y una noche, en una cárcel, donde afirma, cala el frío. De ahí, los regresaron a la línea, en la Frontera Norte.
Volvió a Veracruz, en donde se encontraba su esposa con sus familiares, a quienes les contó todo. “Me preguntó mi esposa: ¿Me imagino que ya no irás?”, expone Zarsosa, a lo cual respondió que iba a cruzar. Volvió a llamarle a su hermano, y de ahí se fue para el otro lado.
Después de 10 años, no ha regresado a su lugar de origen, Huixtla. Aunque allá tiene su vida hecha, no deja de extrañar su tierra y el sufrimiento que pasó para alcanzar el “sueño americano”. (Investigaciones Especiales/Zona Costa)

Reportaje Especial





“Las Maras” buscan expanderse en Centroamérica

Desde Argentina, Laura Etcharren --socióloga, analista de medios de comunicación y especialista en la problemática de Las Maras-- lanza la advertencia: Hay alerta y hasta emergencia en diferentes países del Continente, incluido México, por la expansión de “Las Maras”.
Y atrás de ellos, podrían estar el crimen organizado que busca apoderarse de las fronteras de los principales países, expone la experta y diferentes organismo preocupados por esta situación.
Un estudio del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indica que en 2004 en 14 municipios de la frontera con Guatemala existía presencia de estas bandas.
Se les observaba, precisa el análisis, en los trenes del ferrocarril, de la desaparecida empresa Chiapas- Mayab, en los hoteles, casas de huéspedes y en los prostíbulos.
Nuestro país no debería permitir la utilización de la problemática migratoria como una herramienta para la manipulación y el control sobre decisiones de índole política y comercial, sentencia el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Se tratan de pandillas juveniles, muy violentas, que en Centroamérica comienzan a surgir en los años ‘80.
El término mara se asocia a marabunta, y constituye en la actualidad una de las mayores plagas para los países centroamericanos, al grado de ser una de las causas de los índices de homicidios más altos en Honduras, El Salvador y Guatemala.
Según datos de fuentes oficiales de esos países, la tasa de asesinatos en alguno de ellos supera los 40 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Los adolescentes y jóvenes centroamericanos entran en las pandillas, porque les ofrecen una alternativa económica y apoyo humano en un contexto caracterizado por la exclusión debido a la falta de trabajo, el abandono por la desintegración familiar y en definitiva por la inseguridad vital que todo eso provoca.
“Lo que buscan estos jóvenes en la mara es cariño, amigos y solidaridad”, señala José Fernández Crespo, Director Educación para el Desarrollo del CESAL, organismo no gubernamental de cooperación internacional, perteneciente a la Coordinadora de Organizaciones no gubernamentales de desarrollo de España.
Más de 200 mil jóvenes de los barrios marginados del Continente forman parte de las pandillas, entre las que figuran las poderosas Mara Salvatrucha y Mara-18, pero hoy se han convertido en verdaderas organizaciones criminales.
En Honduras, por ejemplo, se estima que existen más de 30 mil pandilleros integrados en 500 pandillas, que han sumido al país en un clima generalizado de miedo, asegura el especialista.
“De esta forma, el fenómeno de las maras en Centroamérica constituye una lacra de mayor gravedad que el terrorismo o la misma guerra, al no tener una justificación concreta, ni una solución a medio plazo”, precisa Fernández Crespo.
Y la respuesta de los gobiernos al problema, ha sido de política represiva y control, mas no de trabajo educativo.
Esto se ha llevado a cabo a través de las Leyes Antimaras que, siendo muy similares, han tomado nombres diferentes en cada país como la Ley Antimaras en El Salvador, Plan Escoba en Guatemala u Operación Libertad Azul en Honduras.
Estas leyes han sido fuertemente criticadas por las organizaciones de Derechos Humanos, pues amenaza a los derechos del niño y del adolescente. No prevén acciones de reinserción o prevención, sino duras formulas de represión y cárcel dirigidas a jóvenes en la edad entre 12 y 18 años. Y lo peor aún, entrar a un penal, normalmente controlado por estas pandillas.
La Mara Salvatrucha ha recibido tanta atención que el FBI en Washington DC decidió establecer una unidad especial para combatirla. Brian Truchon, el coordinador de la task force MS-13 reconoce: “La motivación de los jóvenes puede resultar fortalecida por la atención que los medios de comunicación prestan a las pandillas”.
Y es que, en Estados Unidos a principios del 2006 se transmitió el documental televisivo “World’s most dangerous gang”, en español La pandilla más peligrosa del mundo, donde se proyectaron imágenes sangrientas.
Con el paso del tiempo, el FBI ha cambiado su discurso. El año pasado, el director anterior de la unidad, Chris Swecker, todavía insinuó en una entrevista con la cadena televisiva NBC que dentro de la Mara Salvatrucha existía una estructura transnacional: “La MS-13 es una organización criminal internacional. No solo existe en Estados Unidos, sino también en por lo menos cinco países más. Ahora están hasta en Europa”.
En cambio, el director actual, Truchon, admite: “Hemos tratado de descubrir una estructura vertical, pero no pudimos. Lo que vemos son diferentes clicas o células que operan en diferentes partes de Estados Unidos y América Central aplicando métodos similares”.
Pero, para Laura Etcharren, las maras pueden representar una nueva forma de insurgencia. Y con ello, incrementando la violencia en Centroamérica.
“Como emergentes de la pobreza y la marginalidad, las maras, conformaron una subcultura de corte “insurgente” que encontró su ancla en el poder y el terror. A través de las variables de violencia, buscaron y buscan tener todo aquello que no poseen como consecuencia; por un lado, de los antagonismos, y por el otro lado, por el doble efecto que la globalización ha tenido en las sociedades”, justicia la argentina, especialista desde años sobre este tema.
Guatemala, vecino cercano a Chiapas, asegura Etcharren, es uno de los países centroamericanos más afectados por la problemática. “Niños y mujeres se encuentran en la mira”, advierte. Y cita que durante el año 2005, en ese país fueron asesinados más de 500 niños.
“La violencia en Guatemala rebasa cualquier estrato, edad y condición y afecta por igual a niños, adolescentes, mujeres y hombres.”
Como primer elemento, destaca, la limpieza social. “Es muy común escuchar testimonios acerca de niños en bicicleta que de repente son apresados por individuos armados y al otro día son hallados muertos.”
Seguido, los asesinatos cometidos por las maras, que se producen cuando niños y adolescentes se niegan a ser parte integrante de algún grupo.
Y el último, son las extorsiones. “Hay muchos padres de familia, incluso madres solteras, que son amenazadas con matarles a sus hijos al salir de la escuela, si no le entregan cierta cantidad de dinero.”
En este punto, destaca, que los mareros juegan un rol fundamental en el tema de las extorsiones. “De hecho, diariamente, los trabajadores del transporte público son sometidos a los llamados acosos delictivos”, precisa.
El periodista Gastón Pardo, corresponsal de la Red Voltaire en México, ha publicado una investigación sobre el tema. Habla de las preocupaciones de varios países importantes por el peligro que representa la expansión de la Mara Salvatrucha en especial en Estados Unidos y México.
Otro periodista mexicano, Héctor González, afirma que según estadísticas del Centro de Rehabilitación de Chiapas, “el 70 % de los integrantes de las bandas Mara Salvatrucha que se encuentran en las cárceles estatales son de nacionalidad mexicana, a diferencia de hace apenas dos años, eran salvadoreños”.
Es por eso que Laura Etcharren desde Argentina ha lanzado la alerta de la expansión de “Las Maras” en Centroamérica. (Investigaciones Especiales/Zona Costa)


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Los resultados se publicarán este martes 01 de julio en el Interdiario Zona Costa

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