Y a pesar de las adversidades, la página de noticias se ha vuelto otra opción para quienes buscan información diferente.
La historia
Todo comenzó en 2008, cuando el entonces alcalde priísta Porfirio Lugardo López, lanzó un bloqueo contra el periodista Héctor Narváez, a pesar de que fue amigo de su familia y de recibir el apoyo para su campaña.
El gobernante, junto con su hermano Alfredo Lugardo, emprendieron una campaña de descrédito en contra del corresponsal de diferentes medios de comunicación en Chiapas, con la intención de que perdiera su trabajo o por lo menos no le publicaran sus trabajos.
Pero, el periodista no se detuvo en su labor de informar y arrancó su proyecto personal e independiente de crear un medio de comunicación alternativo el 7 de abril de aquel año, a través de un blog.
Aunque muchos no le creyeron en su odisea, apostándole al fracaso y estar frustrado contra el entonces alcalde, conforme pasaron los meses tomó seriedad, pues la información empezó a circular a través de correos electrónicos, en lo que hoy es la lista de contactos de Zona Costa.
Con el lema que mantiene hasta el momento, “El espacio de libre expresión”, dio a luz casos de malversación de fondos, como la publicación de la nómina en donde aparecían parientes de “Pilo” Lugardo, del entonces síndico, regidores y hasta de quien fuera tesorero en un principio.
En las elecciones del 2009, el medio de comunicación le dio cobertura puntual a las campañas de los candidatos a las diputaciones federales, incluso hasta dando reportes de última hora antes, durante y después de las votaciones.
Lo mismo lo hizo en el 2010, teniendo el respaldo de 2 años, pero además siendo un espacio en donde los ciudadanos pueden hacer sus denuncias. En este año, el blog de noticias ha implementado encuestas para dar mayor participación a los lectores en los diferentes temas de la vida política y social. Además, de que empezamos a recibir el respaldo de empresarios que buscan anunciar sus servicios.
Aún nos falta mucho, pero vamos caminando. Y haciendo lo que sabemos hacer: De lo ordinario, lo extraordinario.
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