
La ciudad de la piedra, en el periodo 1990-2000, registraba una tasa de crecimiento del 2.2 por ciento anual de la población económicamente activa, ritmo inferior al que presenta la entidad que es del 3.3 por ciento.
Conforme a una evaluación de la Secretaría de Desarrollo Social, de no avanzar en la creación de empleos en la cantidad y calidad requeridos, “la localidad de Huixtla seguirá experimentando una cuantiosa emigración de trabajadores”, advertía desde el sexenio pasado.
En este apartado de la Historia de Huixtla, presentamos los datos fríos y calculadores de su desarrollo económico que tiene, pues aunque es tierra joven comparada a otros municipios, en las últimas fechas se ha quedado rezagada.
En términos absolutos, la población de la localidad en edad de trabajar aumenta de 7 mil 275 personas económicamente activas en 1990 a 9 mil 77 personas en el año 2000. La trayectoria creciente de este grupo de edad, representará un enorme desafío en términos de la creación de nuevos puestos de trabajo.
La localidad de Huixtla exhibe una tasa neta de participación promedio de 46.9 por ciento de la población de 12 años y que se deja ver más en la actividad económica, cifra similar a la que muestra el estado que es de 47.4 por ciento.
Es superior la participación en la actividad económica de los hombres que se nota en un 72.1 por ciento que la de las mujeres que es de un 28.8 por ciento.
En cuanto al nivel de ingresos de la población económicamente ocupada que reside en la localidad de Huixtla, se distribuyen de las siguientes maneras: El 35.2 por ciento percibe ingresos de entre uno y dos salarios mínimos, 25.4 por ciento ganan entre dos y cinco salarios mínimos y el 10.7 por ciento más de cinco salarios mínimos.
Estos datos reflejan que nuestra ciudad tiene mayores ingresos por trabajo que los que muestra el estado. Sin embargo, son ingresos insuficientes, puesto más de la mitad de la población ocupada de la localidad gana menos de dos salarios mínimos, lo que la ubica en una situación de precaria económica.
En el empleo, Huixtla --según los datos censales-- el 99.18 por ciento de la población económicamente activa se encuentra ocupada. Este alto nivel de ocupación esta relacionado con la forma en que se capta el empleo en los censos y encuestas mexicanas.
Los jefes de hogar más necesitados hacen cualquier cosa para obtener un ingreso, y basta que utilicen alguna vendimia ambulante, al menos una hora a la semana, para que en las estadísticas de empleo se les considere como ocupados.
En consecuencia, el nivel de desempleo que se capta es muy bajo, pues es del 1 por ciento de la población económicamente activa. Y se entiende como desempleo a una situación de nula ocupación, definida en términos de no haber trabajado ni una hora en la semana de referencia. No necesariamente el manifestar que se realiza una actividad económica, esta relacionado con empleos de calidad y bien remunerados.
En relación con el subempleo, el 28.3 por ciento de la población económicamente activa ocupada residente en la localidad se encuentra en esta condición.
Sobre las actividades económicas, el 74.6 por ciento de la población económicamente activa residente, se dedican a los servicios y comercio, el 18.6 por ciento a la industria y manufactura y el 6.9 por ciento a la agricultura, ganadería y pesca.
Este panorama muestra una tendencia de la economía hacia el deterioro del empleo, y es explicado como resultado de la incapacidad del sector industrial para generar suficientes empleos que absorba a la población que se incorpora a la fuerza de trabajo y aquella que es desplazada del sector agropecuario.
La tendencia a la concentración de la población económicamente activa en el sector servicios, que se debe a la proliferación de sinnúmero de actividades que sólo ocultan una situación: la falta de empleos.
La problemática
La falta de empleos bien remunerados es la dificultad más importante a la que se enfrenta la mayoría de la población económicamente activa ocupada en esta ciudad, situación que ha favorecido la emigración a otras entidades del país en busca de un mejor futuro.
La excesiva concentración de la Población Económicamente Activa (PEA) en el sector terciario es resultado de las estrategias de vida que despliegan a menudo sectores numerosos de la población para contrarrestar los magros ingresos y la insuficiente creación de empleos asalariados bien remunerados, que han dado lugar a la proliferación de actividades de baja productividad y pequeña escala y a la ampliación del sector informal.
La población en edad de trabajar presenta tasas positivas, lo que significa que en los próximos años se seguirá incrementando la demanda de empleos por parte de la población, por lo que será necesario generar acciones que permitan abatir el déficit de empleos que se tiene en este momento y crear nuevos para satisfacer la demanda futura.
Pero, los desafíos no se restringen únicamente a la cantidad de puestos de trabajo que deberán ser creados en los próximos años, sino también la calidad de los nuevos empleos. Eso significaría generar puestos de trabajo productivos y satisfactoriamente remunerados.
De no generar empleos en cantidad y calidad, Huixtla seguirá experimentando una emigración masiva de la población en edad de trabajar, lo que imposibilitará la consolidación económica y social de la localidad, explica el análisis de la SEDESOL, que difundió en el sexenio pasado. (Investigaciones Especiales/Zona Costa)
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