De acuerdo a las cifras censales, la población de la localidad de Huixtla pasó de 24 mil 980 a cerca de 26 mil 990 habitantes entre 1990 y el año 2000. El aumento de sólo 2 mil10 personas es resultado del poco crecimiento que presentó la localidad en la última década del siglo XX.
En el periodo de 1990-2000 la localidad expulsó a 4 mil 128 personas, lo que representa el 15.3 por ciento del total de la población del año 2000. La emigración de la población residente en la localidad es un fenómeno reciente que se comenzó a gestar después de 1995 y que se ha intensificado masivamente en los últimos años.
En esta entrega de la Historia de Huixtla, presentamos el ritmo de crecimiento demográfico de la ciudad de la piedra.
Como se ha expuesto, la localidad de Huixtla era un pueblo tributario de los aztecas y fue fundada en el año de 1486 con el nombre de Huixtlán que etimológicamente significa Lugar del Espinal o Lugar Espinoso.
Durante la Colonia Huixtla aparece en los censos de los años de 1611 y 1685 con más de 500 habitantes españoles, mestizos e indios en su mayoría y se le cita como un curato dependiente de Escuintla con un Capellán.
En 1764 una tromba marina acaba con la agricultura del lugar ocasionando que Huixtla pierda su importancia y se convierta en aldea dependiente de Tuzantán.
Al final de 1832 y principios de 1933, la población de la localidad es diezmada por una epidemia de cólera que arrebata la vida a 29 de sus pobladores.
En 1854 la localidad es designada segunda municipalidad del Soconusco, aunque 4 años más tarde el pueblo es degrado a la categoría de aldea debido al estancamiento y decadencia de su economía.
Para 1898 Huixtla recupera la categoría de pueblo y cabecera municipal. En 1908 con la llegada del ferrocarril la economía del lugar comienza a recuperarse al florecer principalmente la actividad comercial y la agricultura.
El 17 de enero de 1931 la localidad es elevada a la categoría de ciudad por sobrepasar los diez mil habitantes de acuerdo al Censo Población de 1930.
Respecto a la distribución genérica hacia el año 2000, existían 12 mil 920 hombres, que representa el 47.9 por ciento y 14 mil 70 mujeres que equivale el 52.1 por ciento.
En cuanto a la estructura por edad de la población indica que la localidad de
Huixtla es una población joven.
Respecto a la división por grandes grupos de edad, la población en edad productiva, entre los 15 y 64 años, representa el 61.3 por ciento, 16 mil 404, y en cambio los adultos mayores constituyen sólo el 4.9 por ciento, 1 mil 307 del total de habitantes.
Por su parte, la población de menos de 15 años representa el 33.9 por ciento, en si 9 mil 70.
La presencia de población indígena en la localidad es muy poca, solo el 0.7 por ciento, lo que convierte a la localidad de Huixtla en un territorio eminentemente mestizo.
El crecimiento natural se refiere a la variación del efectivo de una población, durante un periodo, como resultado del balance entre nacimientos y defunciones.
La localidad de Huixtla tiene un crecimiento positivo en el periodo 1991-2000, pues el número de nacimientos es mayor que el de defunciones, en total se incorporaron 5 mil 580 personas a la localidad por crecimiento natural.
La densidad poblacional actual de la cabecera municipal es de 46 habitantes por hectárea, sin embargo, es menor a la densidad poblacional que se tenía en 1995 siendo esta de 57 habitantes por hectárea. Este descenso se debe principalmente a que la expansión urbana fue mayor que el crecimiento demográfico pero ello se explica por la reubicación de población afectada con las inundaciones de 1998 que abrió nuevas áreas al desarrollo urbano duplicándose con la de las zonas siniestradas.
Pero, esta ciudad el factor que tiene el mayor impacto en el crecimiento poblacional es la emigración.
La localidad de Huixtla para el periodo de 1990-2000 presenta un salto neto migratorio negativo, es decir, expulsa población por lo que registra una mayor cantidad de emigrantes que de inmigrantes.
Los destinos de los emigrantes de la localidad son las ciudades fronterizas del norte del país (Tijuana, Juárez, Sonora, Matamoros y Monterrey) y Estados Unidos de América.
El flujo migratorio esta compuesto principalmente por hombres, el 75 por ciento, la edad promedio de los emigrantes es de 25.9 años y los motivos que expresan para desplazarse de la localidad son, económicos, que representa el 75.2 por ciento, familiares, que equivalen el 19.6 por ciento y académicos, el 1.4 por ciento y el 3.8 por ciento por otras causas.
En cuanto a los efectos que produce la emigración, son múltiples y no sólo son causados por el volumen sino también por el carácter selectivo, es decir, emigran los hombres, los más jóvenes y educados, por lo que modifican las condiciones demográficas, económicas y sociales que existen en el lugar de salida y en el de llegada.
La emigración es un hecho preocupante en la dinámica demográfica de la localidad y, por ende, debe ser considerada por las autoridades de la misma a fin de generar las condiciones sociales y económicas para que la población decida permanecer en su lugar de origen y de esta manera lograr un mayor crecimiento y calidad de vida para la población.
Desde años, ya se han comenzando a ver varias comunidades desoladas, sobre todo de la parte alta de Huixtla, en donde los pobladores son en su mayoría mujeres, personas de la tercera edad y niños, pues los hombres se encuentran en Estados Unidos o en El Norte del país trabajando.
Por eso, los Gobiernos han intentando crear empresas importantes como el rastro frigorífico y la textilera, para generar empleos y detonar el desarrollo de la región, aunque todo ha quedado en intentos frustrados y los inmuebles como “elefantes blancos”.
En esta ocasión, presentamos una fotografía de la antigua Avenida Central, que fue prestada por el ilustre escritor y periodista, Valente Molina. (Investigaciones Especiales/Zona Costa)
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