Destacamos

El 68 ya no encuentra oídos en el poli

México, DF. Septiembre 19.- La mesa de ponentes, ayer en la ESIME del IPN, fue de primer nivel. Hablarían del movimiento estudiantil de 1968 cinco de sus protagonistas destacados. Y lo hicieron, solemnes, explicativos; se prepararon, se emocionaron. Pero durante tres horas sus palabras fueron recibidas por 218 butacas de madera vacías, porque en el resto —sólo en 22— había escuchas interesados. Parece como que el 2 de octubre, en esa escuela, sí se olvida.
Fueron tres horas de alto contraste que lastimaron a esos expositores que 40 años antes les escuchaban cientos. Ellos coincidieron en que los estudiantes, los profesores del Instituto Politécnico Nacional, pagaron las más altas cuotas de aquel movimiento, que fue la institución educativa que entonces registró más expulsados de sus escuelas, más golpeados por el porrismo, más heridos en las trifulcas, más detenidos por los granaderos y los soldados, y más muertos. Ayer, sus recordaciones no encontraron oídos suficientes para enterarlos de todas esas heroicidades.
Las conferencias comenzaron a las 12 horas en el auditorio del edificio 4 de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, en el campus Zacatenco. Se anunció durante días con volantes, cartelillos, invitaciones de boca y electrónicas. La lista de ponentes habría sido de oro molido, como dicen los historiadores:
Habló, vehemente, Martha Servín, la farmacobióloga que en diciembre de 1968 declaró oficialmente el levantamiento de la huelga estudiantil; el profesor Jesús Vázquez, quien fuera líder de la sociedad de alumnos de la Vocacional 7, insistió en que las instalaciones de esa escuela en Tlatelolco deben regresar al Poli; reclamó el papel de los politécnicos el maestro Mauro César Enciso Barrón, el cuadro mayor allí de la Juventud Comunista y de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos; también Jaime Valverde, que de febril activista de vocacionales persistió en su vocación hasta ser el secretario general en la administración de Miguel Ángel Correa Jasso y hoy organiza la memoria oficial del 68 por el Politécnico.
Y, a las 15 horas, cuando el profesor y organizador Ramiro Reyes declaró formalmente terminada la mesa redonda, el recinto seguía vacío. Afuera, bullían de muchachos los pasillos, los jardines, las bancas, las mesas de vendimias. En grupos, en parejas, o solitarios los jóvenes estudiantes de esa escuela se mantuvieron entregados a lo muy suyo, a las clases y al parloteo, y al intercambio de tareas, de documentos, de invitaciones para bailes o para chatear o para el cine, o para otras cosas. Alguno que otro se asomó al auditorio.
Lo expuesto ayer en la ESIME no se disolverá. César Enciso y Ramiro Reyes informaron que fue grabado en sonido y en imágenes, como lo han hecho en las diez mesas redondas anteriores, desde que comenzó el ciclo en julio y las que seguirán allí y la Superior de Economía. Admiten que seguirán bregando así sea sin apoyo promocional de las autoridades, sin el impulso del consejo politécnico, que el de la UNAM sí presta a sus similares, sin la comprensión y empuje de otros maestros, sin la solidaridad de los escasos grupos estudiantiles afines. Seguiremos, advierten, para que no venza la desmemoria. (Retomado del periódico Milenio)