“Tenemos una belleza de isla”, así comenzó a referirse a Brisas El Hueyate uno de los fundadores de esta zona, José Trinidad Sánchez.
Y con ello, desterró las versiones que se han manejado por muchos años de existir en esta zona una “leyenda negra”.
Se encuentra en la zona baja, a 5 kilómetros de la comunidad Aztlán. El abogado de profesión, asegura que comenzó el movimiento para poblar el lugar cuando era dirigente Celso González Argueta, hoy el tesorero de la CNPR en Huixtla.
“No fue invasión, pues son terrenos federales liberados por el entonces Gobernador Absalón Castellanos Domínguez”, también aclara José Trinidad.
En sí, quienes habitan en la isla son socios, de los cuales no hay una cifra, pues asegura que existe un padrón extenso.
Después de la entrega de los terrenos, explica uno de los fundadores, invitaron al entonces alcalde de Huixtla, José Leonor y a su tesorero, Félix Juan, para que conocieran el lugar y cuyos funcionarios recibieron la propuesta de formar una escuela primaria en Brisas El Hueyate. La obra se realizó para beneficio de los pobladores, aunque faltaba lo más importante.
Posteriormente, de la misma forma llegó el que fuera diputado federal, Antonio Cueto Citalán. Se trasladó a Huixtla por medio de un helicóptero, el cual descendió en el parque central.
En Brisas, fue recibido con una gran fiesta, pero el legislador se dio cuenta de que no era solo un paseo.
“Nosotros ya sabíamos que así iba a hacer, de qué nos preguntaría que queríamos. Por eso preparamos a un grupo para presentarle nuestra solicitud”, precisa.
Consistía en la introducción de energía eléctrica. Cueto Citalán, por lógica, se sorprendió, porque se trataba de llevar este servicio a una isla. Al final, resolvió ver la forma de ser atendida la demanda.
“A las 2 semanas, llegaron más de 50 trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, quienes venían trabajando desde la comunidad Soconusco, de Acapetahua, para cruzar con el cableado hacía Las Palmas, que también es una isla, pero de ese municipio y que se encontraba a 300 metros”, indica.
Las líneas, fueron enterradas en el mar y se logró conectar a Brisas, pasando el estero.
Trinidad Sánchez asegura que en Brisas El Hueyate se atiende bien a los turistas. Incluso, por una pequeña cantidad de dinero, les arman sus garitas para hospedarse.
“Nuestra gente es muy apática. Tenemos una belleza de isla”, criticó a los huixtlecos, por buscar otros lugares, como en Tapachula, cuando cuentan con lo propio.
No hay “historia negra”
Sobre las versiones de antaño, de que en esta zona cerca del mar existe una “leyenda”, lo desmintió.
“Cuando nosotros llegamos allí, se decía algo de eso. Y les preguntamos a las personas que encontramos”.
Pero, resultaron ser vacacionistas y algunos trabajadores que construían el Ingenio Azucarero de Huixtla.
“Puede haber sido cuando estaba deshabitado. Ahora ya no”, reitera el fundador de Brisas El Hueyate.
Y de las necesidades de ser aprovechado como zona turística, dijo que desde años anteriores.
“El ciudadano presidente municipal no se si llegó en campaña. Pero las autoridades deben de voltear los ojos. Ya es necesario”, agregó. (Redacción/Zona Costa)
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