Rosalino Ortiz
Las “ruinas” de Izapa
Desde hace años la gente conoce a la Zona Arqueológica Izapa, que se halla a 11 kilómetros de Tapachula rumbo a la frontera Talismán, en el municipio de Tuxtla Chico, como “Las Ruinas de Izapa”. Lejos estábamos de comprender que si le llaman así, es porque realmente están en ruinas. Totalmente abandonadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y por los gobiernos estatal y federal.
Esa zona no cuenta con ninguna infraestructura como tampoco servicios para atender al Turismo, no obstante que ahora, el Soconusco tiene el privilegio de ser escaparate para la llegada de turistas extranjeros vía Cruceros que atracan en Puerto Chiapas, y que forzosamente este punto debe estar en la agenda de visitas.
Allí, en el grupo “A” de la zona, hay un problema predial. Son más de 200 hectáreas, pero las mismas son propiedad privada, y ésta es la que no suelta la pertenencia (si no le pagan bien) para que el sitio pueda ser trabajado para su explotación turística. Pero he aquí que el gobierno tampoco ha querido responder, sencillamente, le ha valido un gorro este que debería ser un proyecto nacional.
De nada sirve que ese espacio tenga un valor histórico de primer nivel, tanto así que para más la gente de afuera (Francia, por ejemplo) se ha interesado y hasta libros importantes han escrito sobre los estudios que han hecho y sobre la información que han levantado durante su visita a esas “ruinas”. La estela “El Árbol de la Vida” ha sido uno de los temas a tratar.
Por parte de la Secretaría de Turismo ha habido intentos, pero hasta allí. Incluso, ni siquiera el acceso y camino que va de la carretera hacia donde están las estelas que forman el Grupo “A”, de la llamada “Primera ciudad del Cacao”, han podido arreglar. Por supuesto, a los turistas que se animan a ser llevados a Izapa, no los meten allí, porque todo está “jodido”, como se dice aquí. Los llevan pero más adelante, al centro ceremonial del grupo “B”, que a la orilla de la carretera, y al que sí le han dado su “mano de gato”.
Incluso, hubo orden de que a los turistas no se les mencionara el primer sitio (El Grupo “A”), porque el mismo está rodeado de casas de vecinos, y no quieren que los turistas vean a los niños desnudos y a la gente campesina, haraposa y sudada, “porque darían asco y mal aspecto”.
Claro, sería cuestión de invertirle varios milloncitos de pesos, pero una inyección así no sería nada comparando con lo que el gobierno da para otros proyectos, claro, que no sean del Soconusco, sino todo para el centro del estado, bueno, para la capital chiapaneca pues, que es la que se lleva todo.
Pudiera ser también que le “saquen al parche” las autoridades, porque allí no solo es de modernizar y hacer accesible esa área (porque por ahora, ni siquiera baños hay para que los turistas vayan a hacer pipí), sino también habría que meterle lana a la exploración, la misma que no ha terminado, ya que se supone que hay enterradas tantas estelas, y que necesitan ser descubiertas para dar debida cuenta de los vestigios Maya y Olmeca.
Se entiende que los trabajos de excavación jalan mucho dinero, porque se hace todo casi a mano, para no deteriorar las piezas u objetos que se encuentren. Sin embargo, le han metido tanto dinero a otros proyectos en otras partes del país, y allí, en Izapa, el gobierno o dice nada. ¿Por qué al Soconusco se le niega todo? Ha de ser porque no los quieren los del centro.
Algo puede hacerse, pero no quieren. Así que los turistas que llegan a Puerto Chiapas, se regresan sin conocer, por lo menos “El Árbol de la Vida”. Pero también se pierden de conocer “en vivo y a todo color” (dijeran los pleonasmeros de la TV), el tradicional cacao, tan viejo como la historia misma de nuestros antepasados que vivieron en Izapa y que dejaron, a través de los grupos arqueológicos ya referidos, vestigios de quiénes fueron y de cómo fue su vida.
¿Y los diputados, qué hacen? Jejejejejeje, un momentito, a ellos no lo molesten porque están cobrando sus dietas, sus bonos y todo lo que se le acumule en la presente legislatura, y ya. Es como querer que la selección mexicana de futbol avance al quinto partido del mundial, sencillamente ¡no se puede! Es como querer que Jaguares sea campeón del futbol mexicano, es como querer que los cronistas de la televisión ya no inflen a los jugadores, o como querer desenterrar a Cantinflas para que sea Presidente de la República.
Así que, si piensa ir a visitar a la Zona Arqueológica Izapa (Las Ruinas), vaya orinado y cagado porque allí no han dónde, al menos que se vaya “atrasito” de los árboles de cacao, y con riesgo no lo dejen terminar los zancudos. Eso sí, aunque las condiciones son adversas, vale la pena saber y conocer parte de la historia Maya y Olmeca.
Las “ruinas” de Izapa
Desde hace años la gente conoce a la Zona Arqueológica Izapa, que se halla a 11 kilómetros de Tapachula rumbo a la frontera Talismán, en el municipio de Tuxtla Chico, como “Las Ruinas de Izapa”. Lejos estábamos de comprender que si le llaman así, es porque realmente están en ruinas. Totalmente abandonadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y por los gobiernos estatal y federal.
Esa zona no cuenta con ninguna infraestructura como tampoco servicios para atender al Turismo, no obstante que ahora, el Soconusco tiene el privilegio de ser escaparate para la llegada de turistas extranjeros vía Cruceros que atracan en Puerto Chiapas, y que forzosamente este punto debe estar en la agenda de visitas.
Allí, en el grupo “A” de la zona, hay un problema predial. Son más de 200 hectáreas, pero las mismas son propiedad privada, y ésta es la que no suelta la pertenencia (si no le pagan bien) para que el sitio pueda ser trabajado para su explotación turística. Pero he aquí que el gobierno tampoco ha querido responder, sencillamente, le ha valido un gorro este que debería ser un proyecto nacional.
De nada sirve que ese espacio tenga un valor histórico de primer nivel, tanto así que para más la gente de afuera (Francia, por ejemplo) se ha interesado y hasta libros importantes han escrito sobre los estudios que han hecho y sobre la información que han levantado durante su visita a esas “ruinas”. La estela “El Árbol de la Vida” ha sido uno de los temas a tratar.
Por parte de la Secretaría de Turismo ha habido intentos, pero hasta allí. Incluso, ni siquiera el acceso y camino que va de la carretera hacia donde están las estelas que forman el Grupo “A”, de la llamada “Primera ciudad del Cacao”, han podido arreglar. Por supuesto, a los turistas que se animan a ser llevados a Izapa, no los meten allí, porque todo está “jodido”, como se dice aquí. Los llevan pero más adelante, al centro ceremonial del grupo “B”, que a la orilla de la carretera, y al que sí le han dado su “mano de gato”.
Incluso, hubo orden de que a los turistas no se les mencionara el primer sitio (El Grupo “A”), porque el mismo está rodeado de casas de vecinos, y no quieren que los turistas vean a los niños desnudos y a la gente campesina, haraposa y sudada, “porque darían asco y mal aspecto”.
Claro, sería cuestión de invertirle varios milloncitos de pesos, pero una inyección así no sería nada comparando con lo que el gobierno da para otros proyectos, claro, que no sean del Soconusco, sino todo para el centro del estado, bueno, para la capital chiapaneca pues, que es la que se lleva todo.
Pudiera ser también que le “saquen al parche” las autoridades, porque allí no solo es de modernizar y hacer accesible esa área (porque por ahora, ni siquiera baños hay para que los turistas vayan a hacer pipí), sino también habría que meterle lana a la exploración, la misma que no ha terminado, ya que se supone que hay enterradas tantas estelas, y que necesitan ser descubiertas para dar debida cuenta de los vestigios Maya y Olmeca.
Se entiende que los trabajos de excavación jalan mucho dinero, porque se hace todo casi a mano, para no deteriorar las piezas u objetos que se encuentren. Sin embargo, le han metido tanto dinero a otros proyectos en otras partes del país, y allí, en Izapa, el gobierno o dice nada. ¿Por qué al Soconusco se le niega todo? Ha de ser porque no los quieren los del centro.
Algo puede hacerse, pero no quieren. Así que los turistas que llegan a Puerto Chiapas, se regresan sin conocer, por lo menos “El Árbol de la Vida”. Pero también se pierden de conocer “en vivo y a todo color” (dijeran los pleonasmeros de la TV), el tradicional cacao, tan viejo como la historia misma de nuestros antepasados que vivieron en Izapa y que dejaron, a través de los grupos arqueológicos ya referidos, vestigios de quiénes fueron y de cómo fue su vida.
¿Y los diputados, qué hacen? Jejejejejeje, un momentito, a ellos no lo molesten porque están cobrando sus dietas, sus bonos y todo lo que se le acumule en la presente legislatura, y ya. Es como querer que la selección mexicana de futbol avance al quinto partido del mundial, sencillamente ¡no se puede! Es como querer que Jaguares sea campeón del futbol mexicano, es como querer que los cronistas de la televisión ya no inflen a los jugadores, o como querer desenterrar a Cantinflas para que sea Presidente de la República.
Así que, si piensa ir a visitar a la Zona Arqueológica Izapa (Las Ruinas), vaya orinado y cagado porque allí no han dónde, al menos que se vaya “atrasito” de los árboles de cacao, y con riesgo no lo dejen terminar los zancudos. Eso sí, aunque las condiciones son adversas, vale la pena saber y conocer parte de la historia Maya y Olmeca.
0 comentarios:
Publicar un comentario