Angel Mario Ksheratto
Gregorio Sánchez y sus ligas
Los políticos son pencos por naturaleza; hipócritas, mentirosos y sinvergüenzas. No conocen de niveles y andan todo el tiempo, peleados con la lealtad. El PAN y el PRD, unidos en una alianza contra lo que alguna vez fueron principios de cada partido. Se creía una alianza irrompible. Ya supimos que no es así porque, mientras en algunos estados el idilio izquierda recalcitrante-ultraderecha intolerante va viento en popa, en otros, los que tienen el poder, acaban con las aspiraciones de uno de sus aliados. Gregorio Sánchez, candidato del PRD-PT en Quintana Roo, fue detenido bajo cargos relacionados con el crimen organizado.
Eso ya se sabía; Gregorio no podía ocultarlo. Su repentina fortuna así lo demostraba. Mientras no retó al poder, vivió a sus anchas de las ganancias del lavado de dinero que le dio para compartir con sus asesores y cercanos colaboradores. Era intocable, junto con sus socios, entre éstos, el exdictador de Chiapas, Pablo Abner Salazar. Aparte lo que sustrajo de la alcaldía de Cancún.
Hoy, con todo y las pruebas que dice la PGR, tiene en su contra, Gregorio Sánchez se ha convertido en la manzana de la discordia entre panistas y perredistas; en voz baja y mediante mensajeros oficiosos, los panistas han empezado a lanzar petardos de fuego a los perredistas. Por ejemplo, ya dicen que Jesús Ortega, líder nacional del PRD, sabía de las movidas chuecas de Sánchez y lo encubrió deliberadamente. Nadie duda que así sea. Durante la dictadura pablista, Ortega calló y se hizo cómplice de ésta, a cambio de viajes al extranjero. Eso nadie lo olvida.
Aún cuando se compruebe que el candidato perredista a la gubernatura quintanarroense sí tiene ligas con el crimen organizado, la sospecha del tinte político no puede diluirse con simples explicaciones; en algunos círculos políticos, ya se habla de traición. ¿Debe importarnos? La verdad, no, pero llama la atención que el Presidente, sus asesores y colaboradores, estén borrando con las patas lo que firman con las manos. Si con sus socios son implacablemente desleales, con el pueblo, son de temer.
Ahora bien, Gregorio Sánchez cuenta entre sus socios, asesores, amigos y compañeros de farra al exdictador Pablo Abner Salazar, acusado de corrupción, abusos, robo, uso indebido del cargo público, fraude y muchos delitos más. Quién fuera su Fiscal, Mariano Herrán, preso por delitos graves en una cárcel de Nayarit, precisamente a donde fue llevado Sánchez desde la noche del martes. La relación de Salazar y el ahora malogrado aspirante al gobierno de Quintana Roo, no es gratuita. Tampoco debe verse como una simple relación de dos políticos corruptos.
La PGR debe investigar hasta dónde, la relación de los dos pudo haber llegado. Si Gregorio tiene las manos metidas en el lavado de dinero del narcotráfico, Pablo algo ó mucho tiene qué ver ó por lo menos, saber del asunto.
Será cuestión de tiempo para saber hasta dónde, el tiranito de pacotilla tiene las manos manchadas; si bien el robo de recursos públicos durante el tiempo que mal gobernó a Chiapas puede darle para los lujos que ahora ostenta, hay quienes dicen que su fortuna es inmensamente exagerada. ¿De dónde salió tanta riqueza si le recordamos montado en un viejo vochito, pidiendo dinero para pagar las tazas de café que se bebía en las cafeterías del centro de Tuxtla? No habrá sido el “fruto” de su esfuerzo personal y eso lo sabemos todos. Hasta sus hermanos, que antes andaban pidiendo fiado, hoy son millonarios. Alguna explicación debe haber.
Solo esperemos que a la hora, no vayan a salir con que Gregorio Sánchez es una blanca palomita y que todo fue un error. Si tuvo tintes políticos, pues allá ellos; lo cierto es que ya es tiempo que en éste país, los corruptos paguen. Pero que paguen y no los protejan, como sucede con el exdictador Pablo Abner Salazar.
Tarjetero
*** ¿Qué la pasa a Aguirre? Mete a los ancianos del fútbol mexicano para que hagan el ridículo y por último, a los chavales que sí juegan bien. Si así va a plantar su cuadro en el mundial, demos por seguro que no la hacemos. Blanco ya debe regresar a México a cuidar a sus nietos, igual que el Bofo Bautista y “el Conejo”. Ayer, de nuevo perdieron ante los europeos, lo que nos dice que vamos de mal en peor. Ni modos, otro sueño que empieza desde ahora, a esfumarse. *** Ante la petición formal de la PGJE ante el Congreso del Estado para el desafuero de Alfredo Cruz Guzmán, éstos solo le concedieron permiso para ausentarse del cargo con lo cual, las actuaciones penales en su contra, se facilitan y con ello, el criterio de aplicación de la justicia queda desnudo. O el alcalde fue muy listo o los diputados muy ingenuos. *** El lío en el PRI podría salirse de curso en los próximos días; resulta que doña Arely sigue haciendo de las suyas con las candidaturas plurinominales, sin que nadie le ponga un alto. El delegado nacional de ese partido, la verdad que solo sirve para dos cosas: para nada y para nada. Nunca antes habíase visto tanta suciedad en el proceso interno de ese partido. *** Luego nos leemos.
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
http://ksheratto.blogspot.com
Gregorio Sánchez y sus ligas
Los políticos son pencos por naturaleza; hipócritas, mentirosos y sinvergüenzas. No conocen de niveles y andan todo el tiempo, peleados con la lealtad. El PAN y el PRD, unidos en una alianza contra lo que alguna vez fueron principios de cada partido. Se creía una alianza irrompible. Ya supimos que no es así porque, mientras en algunos estados el idilio izquierda recalcitrante-ultraderecha intolerante va viento en popa, en otros, los que tienen el poder, acaban con las aspiraciones de uno de sus aliados. Gregorio Sánchez, candidato del PRD-PT en Quintana Roo, fue detenido bajo cargos relacionados con el crimen organizado.
Eso ya se sabía; Gregorio no podía ocultarlo. Su repentina fortuna así lo demostraba. Mientras no retó al poder, vivió a sus anchas de las ganancias del lavado de dinero que le dio para compartir con sus asesores y cercanos colaboradores. Era intocable, junto con sus socios, entre éstos, el exdictador de Chiapas, Pablo Abner Salazar. Aparte lo que sustrajo de la alcaldía de Cancún.
Hoy, con todo y las pruebas que dice la PGR, tiene en su contra, Gregorio Sánchez se ha convertido en la manzana de la discordia entre panistas y perredistas; en voz baja y mediante mensajeros oficiosos, los panistas han empezado a lanzar petardos de fuego a los perredistas. Por ejemplo, ya dicen que Jesús Ortega, líder nacional del PRD, sabía de las movidas chuecas de Sánchez y lo encubrió deliberadamente. Nadie duda que así sea. Durante la dictadura pablista, Ortega calló y se hizo cómplice de ésta, a cambio de viajes al extranjero. Eso nadie lo olvida.
Aún cuando se compruebe que el candidato perredista a la gubernatura quintanarroense sí tiene ligas con el crimen organizado, la sospecha del tinte político no puede diluirse con simples explicaciones; en algunos círculos políticos, ya se habla de traición. ¿Debe importarnos? La verdad, no, pero llama la atención que el Presidente, sus asesores y colaboradores, estén borrando con las patas lo que firman con las manos. Si con sus socios son implacablemente desleales, con el pueblo, son de temer.
Ahora bien, Gregorio Sánchez cuenta entre sus socios, asesores, amigos y compañeros de farra al exdictador Pablo Abner Salazar, acusado de corrupción, abusos, robo, uso indebido del cargo público, fraude y muchos delitos más. Quién fuera su Fiscal, Mariano Herrán, preso por delitos graves en una cárcel de Nayarit, precisamente a donde fue llevado Sánchez desde la noche del martes. La relación de Salazar y el ahora malogrado aspirante al gobierno de Quintana Roo, no es gratuita. Tampoco debe verse como una simple relación de dos políticos corruptos.
La PGR debe investigar hasta dónde, la relación de los dos pudo haber llegado. Si Gregorio tiene las manos metidas en el lavado de dinero del narcotráfico, Pablo algo ó mucho tiene qué ver ó por lo menos, saber del asunto.
Será cuestión de tiempo para saber hasta dónde, el tiranito de pacotilla tiene las manos manchadas; si bien el robo de recursos públicos durante el tiempo que mal gobernó a Chiapas puede darle para los lujos que ahora ostenta, hay quienes dicen que su fortuna es inmensamente exagerada. ¿De dónde salió tanta riqueza si le recordamos montado en un viejo vochito, pidiendo dinero para pagar las tazas de café que se bebía en las cafeterías del centro de Tuxtla? No habrá sido el “fruto” de su esfuerzo personal y eso lo sabemos todos. Hasta sus hermanos, que antes andaban pidiendo fiado, hoy son millonarios. Alguna explicación debe haber.
Solo esperemos que a la hora, no vayan a salir con que Gregorio Sánchez es una blanca palomita y que todo fue un error. Si tuvo tintes políticos, pues allá ellos; lo cierto es que ya es tiempo que en éste país, los corruptos paguen. Pero que paguen y no los protejan, como sucede con el exdictador Pablo Abner Salazar.
Tarjetero
*** ¿Qué la pasa a Aguirre? Mete a los ancianos del fútbol mexicano para que hagan el ridículo y por último, a los chavales que sí juegan bien. Si así va a plantar su cuadro en el mundial, demos por seguro que no la hacemos. Blanco ya debe regresar a México a cuidar a sus nietos, igual que el Bofo Bautista y “el Conejo”. Ayer, de nuevo perdieron ante los europeos, lo que nos dice que vamos de mal en peor. Ni modos, otro sueño que empieza desde ahora, a esfumarse. *** Ante la petición formal de la PGJE ante el Congreso del Estado para el desafuero de Alfredo Cruz Guzmán, éstos solo le concedieron permiso para ausentarse del cargo con lo cual, las actuaciones penales en su contra, se facilitan y con ello, el criterio de aplicación de la justicia queda desnudo. O el alcalde fue muy listo o los diputados muy ingenuos. *** El lío en el PRI podría salirse de curso en los próximos días; resulta que doña Arely sigue haciendo de las suyas con las candidaturas plurinominales, sin que nadie le ponga un alto. El delegado nacional de ese partido, la verdad que solo sirve para dos cosas: para nada y para nada. Nunca antes habíase visto tanta suciedad en el proceso interno de ese partido. *** Luego nos leemos.
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