
México, DF. Agosto 25.- Desde que es presidente, Felipe Calderón desenvuelve un promedio de tres regalos por día. Sin embargo, ya no hay mucha sorpresa sobre el contenido de los obsequios que le llegan a la residencia oficial de Los Pinos: la mayoría de éstos son libros, botellas de tequila e imágenes de la Virgen de Guadalupe. Sólo de vez en cuando aparecen charolas de chiles, libros antijudíos, guaje, venas aromáticas, crema de afeitar, trajes de tehuana, cabezas huicholes de jaguares, CD’s de música relajante, botaneros, acrósticos, películas de La Santa Muerte, esculturas y pinturas en su honor, tostadas, hamacas, iguanas de plata, y fotografías autografiadas de Arnold Schwarzenegger.
Pero no todas las ofrendas enviadas al presidente Calderón se quedan en Los Pinos. Algunas, las más ostentosas, como computadoras, mancuernillas de oro con diamantes, botellas de vinos caros, arcones de tres pisos y adornos extravagantes son devueltas a sus remitentes, debido a restricciones legales que impiden que el mandatario acepte presentes cuyo valor exceda 500 pesos.
Cantantes, funcionarios de su gobierno, actrices, políticos de la oposición, notarios, jueces, generales del Ejército, empresarios, periodistas, directivos de compañías trasnacionales, policías, obispos, escritores, artistas, boxeadores, dirigentes sindicales y líderes de gobiernos extranjeros agasajan al mandatario de múltiples maneras.
A través del Instituto Federal de Acceso a la Información, la Presidencia de la República —después de pedir una prórroga— le entregó a MILENIO el pasado 18 de agosto la lista de los mil 453 regalos que ha recibido el Presidente de la República entre diciembre de 2006 y mayo de este año, así como la identidad de las personas que los han hecho.
Los remitentes de los regalos van desde el Papa Benedicto XVI hasta el senador priista Manlio Fabio Beltrones, pasando por la diputada Ruth Zavaleta, los dirigentes sindicales Elba Esther Gordillo y Francisco Hernández Juárez, los gobernadores Mario Marín y Ulises Ruiz. Lo mismo están también dirigentes partidistas como Jorge Emilio González Martínez (PVEM), Luis Maldonado Venegas (Convergencia), Alberto Begné (Alternativa) y Beatriz Paredes (PRI), quienes le han enviado discos compactos de música, dátiles y barriles de tequila.
A su vez, los gobernadores del PRD, con excepción de Marcelo Ebrard y Leonel Godoy, le han hecho llegar desde salmón enlatado hasta adornos de ámbar a Calderón, considerado “presidente espurio” por Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial perredista.
Pero no es en el perredismo, sino en el PRI, donde están los políticos más espléndidos con el gobernante del Partido Acción Nacional. Enrique Peña Nieto e Ismael Hernández Deras, gobernadores del Estado de México y Durango, respectivamente, son las personas que más presentes le han enviado al mandatario en lo que va del sexenio.
La lista no se limita a políticos, aunque éstos la encabezan. También hay empresarios como Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga, Germán Larrea, Federico Sada, Juan Francisco Ealy, Jorge Vergara, Agustín Coppel, Roberto González Barrera, Alfredo Harp, Julio Villarreal, Humberto Lobo y muchos otros menos conocidos como Ramiro Garza, uno de los mayores contratistas de Petróleos Mexicanos desde hace varios años. El hombre más rico de México, Carlos Slim Helú, no aparece en la lista de los obsequiadores, aunque su primogénito sí.
Otros personajes públicos generosos con el mandatario han sido Eugenia León, Ricardo El Finito López, Tania Libertad, Laura Zapata, Javier Alatorre, José Gutiérrez Vivó, Mario Vargas Llosa, Miguel Ángel Cornejo, Andrés Roemer, Ricardo Rocha, Rafael Loret de Mola, Alfonso Cuarón y Homero Aridjis.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, es una de las figuras internacionales que más obsequios le ha hecho al Presidente. Éstos van desde el libro La Cristiada, de Jean Meyer, hasta un par de botas. Otros líderes extranjeros que han enviado algún detalle a Felipe Calderón son el rey Juan Carlos II de España y los presidentes Nicolás Sarkozy, de Francia; Michelle Bachelete, de Chile; Angela Merkel, de Alemania; Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina; Leonel Fernández, de República Dominicana, y Elías Saca, de El Salvador, entre otros.
El gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, y el de Puebla, Mario Marín, son los primeros políticos que le enviaron obsequios al Presidente en diciembre de 2006, cuando aún había escaramuzas políticas en el país provocadas por la cerrada elección presidencial. El primero le envió una caja de cartón con arcón navideño, la cual le fue devuelta por el Presidente, mientras que el segundo envió un tibor de talavera que corrió igual suerte.
Otro de los que figuran es Jorge Emilio González, líder nacional del Partido Verde, quien le mandó un barril de madera con tequila, el cual le fue devuelto. También forman parte de la lista de los pioneros en mostrar su cortesía al Presidente el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, quien le regaló una corbata Loewe y un disco musical, y el oaxaqueño, Ulises Ruiz, quien le hizo llegar hasta Los Pinos dos trajes de tehuana y dos figuras de alebrijes, un caballo y un oso hormiguero. El presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, le regaló por esas fechas un libro sobre el Congreso de la Unión.
Fue en los meses de agosto y diciembre del año pasado cuando el mandatario recibió la mayor cantidad de obsequios. En agosto, con motivo de su cumpleaños 44, recibió del mundo político regalos ostentosos que luego fueron devueltos, como mancuernillas Bulgari que le envió el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza; mancuernillas Mont Blanc, de la integrante del Consejo de la Judicatura, María Teresa Herrera; una botella de Tequila Herradura, de Tomás Ruiz González, ex presidente de Nueva Alianza; un cuadro de Michoacán, de Sergio Vela, titular del Conaculta; unas mancuernillas Tiffany, de Antonio Lozano Gracia, ex procurador general de la República al inicio del gobierno de Ernesto Zedillo; una caja de madera con un ajedrez de Ismael Hernández, gobernador de Durango; una figura de panadero Rodo Padilla, del de Jalisco, Emilio González Márquez; un cuadro de la Virgen de Guadalupe de parte de Carlos Hermosillo, director de la Comisión Nacional del Deporte; una corbata Hermes, de Luis H. Álvarez, comisionado para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, y una fotografía que le mandó Guillermo Galván, secretario de la Defensa Nacional.
A diferencia del ex presidente Vicente Fox, quien, según las listas de obsequios del sexenio pasado, recibía toneladas de cartas, acrósticos, canciones, dibujos y pinturas de él, hechas por ciudadanos de a pie, en las listas de obsequios que recibe el presidente Calderón tan sólo hay apenas una decena de obsequios de este tipo.
Hay regalos personalizados como los del auditor superior de la Federación, Arturo González de Aragón, quien en enero de este año le mandó una representación del día del nacimiento del Presidente de acuerdo con la iconografía y el pensamiento religioso de la civilización mexica; las mancuernillas Tiffany con las iniciales FCH, del panista poblano Rafael Moreno Valle; las selecciones musicales de Michoacán —tierra natal del presidente— que hizo la líder nacional priista Beatriz Paredes, o bien el escudo con el apellido “Calderón” que le entregó en marzo de 2007 el comunicador José Gutiérrez Vivó.
Otros personajes del entorno cercano del mandatario federal también le dieron algunos obsequios peculiares como el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Guillermo Valdés, quien le regaló una tabla para quesos. El ex secretario de Gobernación, Carlos Abascal, le obsequió a su vez una biografía de Joseph Ratzinger, y el titular del Conaculta, Sergio Vela, el libro El anillo del Nibelungo.
Y si de libros se trata, la diputada perredista Ruth Zavaleta le envió en diciembre pasado una biografía de Frida Kahlo, mientras que Germán Larrea, dueño de Grupo México, la empresa implicada en la tragedia en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila, le regaló al presidente un libro titulado Porque comer es un placer. Otros libros recibidos fueron Enciclopedia del Holocausto, del diputado de Convergencia, Luis Maldonado Venegas, y 100 años de la fotografía en México, de parte del senador panista Santiago Creel.
No todos los que se han portado generosos con el Presidente han logrado una relación triunfante con el gobierno. Pedro Lupercio Serrato, un par de meses después de enviarle un regalo al mandatario federal, fue detenido por la Agencia Federal de Investigación acusado de ser el operador financiero del cártel de Juárez. Hoy está en la cárcel.
El obsequio que Lupercio le hizo a Calderón era Las aventuras de Telémaco, un libro que compila ideas políticas y morales que deben seguir los príncipes para gobernar sus reinos. (Retomado del periódico Milenio)
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