Equipa CFE a guardias con armas de alto poder
México, DF. Agosto 01.- La Comisión Federal de Electricidad compró 800 rifles de alto poder que repartirá entre su personal de seguridad con la finalidad de prevenirse de posibles ataques del EPR contra las 88 centrales eléctricas del país.
Con la idea de, eventualmente, “responder a agresiones o actos violentos”, la paraestatal decidió adquirir 800 rifles italianos de lujo a la empresa Pietro Beretta, con un costo inicial de casi 19 millones de pesos en total —a más de mil dólares la unidad.
“(Si bien) es indispensable realizar oportuna y eficientemente la supervisión, vigilancia y resguardo que garanticen el correcto suministro de energía eléctrica a la población, es necesario para ello contar con el equipo adecuado referente a armamento y protección para su ejecución”, se explica en un oficio de la subdirección de Energéticos y Seguridad de la Comisión, al que MILENIO tuvo acceso.
En el documento, del que la Presidencia tiene conocimiento, se precisa que también se comprarán 620 radios portátiles, 80 móviles, 200 detectores de metal, 100 binoculares y 150 carretillas con espejo cóncavo, usados principalmente para detectar la presencia de bombas ocultas en autos.
Conforme a lo que detalla el oficio, la CFE incrementará con estos rifles el armamento y equipo de vigilancia disponible para los agentes de seguridad que mantiene apostados en sus 88 centrales de generación eléctrica.
Los agentes de seguridad serán coordinados por el actual subdirector de Energéticos y Seguridad de la CFE, el capitán de navío Jesús Antonio Buentello Medina y el capitán Moisés Malpica, gerente de Seguridad Física de la paraestatal.
Ambos oficiales cuentan con experiencia en protección de infraestructura aeroportuaria y marítima contra incidentes terroristas.
“Se requiere contar con un armamento, equipo de protección y comunicación adecuados”, estableció la comisión al argumentar ante la Presidencia la necesidad de armarse. “Gran parte del armamento y equipo de protección con que se cuenta actualmente resulta inadecuado, inseguro y obsoleto”.
La tesis esgrimida por la paraestatal para comprar el lote de armas se concentró en que un ataque contra sus instalaciones representaría costos astronómicos para el país, al paralizar por completo ciudades y regiones enteras.
“Dada la importancia de mantener el suministro del servicio de energía eléctrica a la población, (la CFE) requiere contar con las armas y tecnología adecuadas que aseguren su correcto resguardo y vigilancia ante cualquier situación que atente contra la integridad física del personal, activo o funciones de la Comisión”, indicó en su oficio, titulado Armamento y Protección: Resguardo de Instalaciones Estratégicas.
Administrado en tierra por la Gerencia de Seguridad Física a cargo de Malpica, el programa de armamento –que permitirá a la comisión contar con su propio ejército privado de guardias bien armados— contempla distribuir los rifles en instalaciones estratégicas ubicadas en “siete regiones especiales”, creadas por la CFE para administrar a sus equipos de seguridad.
Las regiones comprenden la costa del Pacífico, las penínsulas de Yucatán y Baja California, las fronteras con Centroamérica y Estados Unidos, el altiplano y el Golfo de México.
Más barato que un atentado
El oficio permite detallar las prioridades de seguridad de la Comisión: el grueso de las armas estará concentrado en las regiones 3 y 7 de la paraestatal, que incluyen estados donde tradicionalmente operan grupos insurgentes en el país, como Guerrero y Chiapas, además de la frontera con Centroamérica en Tabasco.
Empero, también hay una alta proporción de armas en la frontera con Estados Unidos, particularmente en Chihuahua, Coahuila y Nuevo León.
Otras regiones, como en la que se encuentra asentada la Central de Laguna Verde, concentrarán menores distribuciones de rifles, aunque cabe destacar que la protección de la región no sólo recae en las guardias privadas de la CFE, sino en elementos del Ejército mexicano.
Por otro lado, en lenguaje netamente técnico y burocrático, la CFE sostuvo que un atentado contra sus centrales eléctricas cuesta más que los rifles italianos que adquirió por medio de la Secretaría de la Defensa Nacional y con los que reemplazará carabinas de 14 años de antigüedad.
Con base en sus estimaciones, la paraestatal calculó que las pérdidas por atentados podrían ascender en los próximos 10 años a 49 millones de pesos, mientras que el armamento sólo costará poco más de 19 millones, incluidas las variaciones por inflación.
“El hecho de que en un centro de trabajo se tenga un evento de seguridad que cause la suspensión del servicio, generaría pérdidas a la CFE tanto de carácter económico, tiempos muertos del personal y de activos de la dependencia; esto se traduce en improductividad y afectación de usuarios finales, lo cual se evitará con la realización de este Programa de Adquisición de Armamento y Protección”,
justificó.
De lujo
De 9 milímetros y semiautomáticos, los rifles que ahora llevarán los guardias de la CFE fueron diseñados ergonómicamente por la afamada compañía Giorgetto Giugiario, creadora de autos de lujo y armas de alta precisión.
“Nuestra Beretta redefine el concepto de la pistola-carabina con líneas elegantes de los maestros del diseño industrial en Giugiario. La forma sigue a la función en una sinfonía de suaves, amplias curvas. La Cx4 (el modelo) es un placer para cargar”, indica la ficha técnica de los rifles publicitada por la empresa italiana en su página de internet. (Retomado del periódico Milenio)
sábado, 2 de agosto de 2008
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