Angel
Mario Ksheratto
James,
cómplice y protector
A
James Gómez Montes, no le entran las lecciones por ninguna parte; parece estar
marcado por la persecución de corruptos y la aceptación de éstos, como si todo
fuera cosa de un libreto al que se debiera seguir sin objeciones. Iván Hidalgo
Morales y Albert Rafael Hernández Castellanos, permanecen incrustados en su
equipo “de confianza”, pese a que el mismo Secretario de salud, los ha
destituido de otros cargos, bajo la grave acusación de cometer actos de
corrupción.
Hidalgo
Morales, por ejemplo, fue cesado fulminantemente de la subdirección de Recursos
Materiales tras comprobarse una serie de adquisiciones al margen de la ley y
que favorecían a empresas de amigos y familiares de éste. Como presidente del
Comité de Adquisiciones de esa dependencia, logró contratos desfavorables para
esa Secretaría e incluso, se llegó a comprobar que en muchos casos, adquirió
medicamentos caducos.
Pese
a su despido, Hidalgo sigue influyendo —con la anuencia plena de Gómez Montes—
para que los negocios turbios se sigan dando en perjuicio del erario público y
por ende, de la sociedad entera. Hernández Castellanos, hasta hoy Director de
Protección contra Riesgos Sanitarios, no es un hombre que se caracterice por su
honradez y cabalidad. No es un tipo probo, desde la perspectiva que se le
quiera ver.
Desde
que llegó a ocupar cargos dentro de la Secretaría de Salud, cada acto que ha
llevado a cabo, se ha visto empañado por acusaciones de alta corrupción, además
de ser un sujeto déspota, prepotente, abusivo, aprovechado y acosador. Antes de
ocupar al cargo que ahora ostenta, por órdenes directas del titular de la
institución, fue despedido de Tapachula y Tonalá por acosar sexualmente a las
empleadas a muchas de las cuales, despidió por no haber accedido a sus
calenturas personales. De ello, tenemos pleno conocimiento, hay varias
averiguaciones previas que, esperamos, sigan debido curso y no queden
engavetadas como otras que ahí siguen, sin causar efecto.
Albert
Rafael Hernández Castellanos e Iván Hidalgo Morales, se han aprovechado de todo
para hacerse millonarios; hasta los recursos a disposición del Seguro Popular,
han sido malversados por éste par de sujetos, protegidos, por lo que hasta
ahora vemos, por el propio secretario de Salud. Con dinero destinado a cubrir
gastos médicos de personas de escasos recursos, ambos ladrones celebraron un
“contrato” con la comercializadora LEM, de Tapachula, sin cubrir los requisitos
de ley establecidos. Es decir, lo hicieron de manera “personal”, sin la
licitación correspondiente.
En
esa comercializadora adquieren papelería, uniformes, fumigaciones, refacciones
para vehículos, equipo de cómputo… Bueno, ¡hasta mascotas de raza para regalos
especiales! Las erogaciones por diversos conceptos, son cuantiosas. Nadie
investiga, lo cual llama la atención porque implica directamente a Gómez
Montes, quien como todo buen secretario, debería estar al tanto y desde luego,
poner un alto. No hacerlo quiere decir dos cosas: O no tiene capacidad de
control o es cómplice absoluto.
Si
el señor Secretario ordenare una investigación a fondo, quizá creeríamos en su
inocencia; pero hasta ahora, su complicidad es notoria y ante ello, la
exigencia es de una investigación completa a la Secretaría de salud, toda vez
que ahí, no parecen estar limpios los manejos de recursos. Es decir, James
Gómez Montes debe dar aviso inmediato a la Contraloría Interna de la propia
Secretaría de Salud, a la Secretaría de la Función Pública y a la Procuraduría
de Justicia.
No
les será complicado encontrar pruebas. Ahí les va una probadita: En tan solo
tres meses —es decir, del 30 de septiembre al 15 de diciembre del año pasado—
ordenó el ingreso hasta por 303 veces del parque vehicular de la Dirección de
Riesgo Sanitario, pese a que, dicen, por falta de presupuesto, los carros no se
mueven a ninguna parte. Por esos ingresos “reparación”, sin embargo, se pagaron
más de 600 mil pesos al dueño del taller, compadre, por cierto, de Hernández
Castellanos.
En
esos tres meses, a un solo vehículo le “cambiaron” y “arreglaron” ¡15 veces el
alternador! A otro le cambiaron 12 veces el radiador; a ese mismo automotor le
hicieron 13 cambios de bujes, de acuerdo a las órdenes de trabajo. Esto además,
se puede comprobar con los números de facturas expedidas; en esos tres meses,
los números son consecutivos e incluso, en los siguientes meses (en lo que va
del 2012) la facturación es consecutiva. ¿Solo para la Dirección de Riesgos
Sanitarios trabaja dicho taller? ¿Intervendrán las autoridades? Está por verse.
Tarjetero
***
El autonombrado “chiapaneco de abolengo”, Roberto Gil Zuarth, se quedó sin
ninguna de todas las tortas que presumía. Ernesto Cordero, fracasado prospecto
de Calderón y principal operador para la derrota del PAN, dejó al ambicioso Gil
sin ninguna posibilidad de influir en la Cámara de Senadores. Los defensores de
Zuarth, aseguran que la determinación fue a petición del presunto
villaflorense, quien parece estar interesado en dedicar su tiempo para conocer
el puente que divide a Villaflores de Villacorzo. Lo cierto es que a Gil, nadie
lo conoce y nadie tiene ganas de conocerlo. *** Que siempre sí; Tomás
Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, es buscado por la INTERPOL por delitos
contra la salud. Cayendo Yarrington, muchos más de sus cómplices dentro de la
estructura de varios gobiernos estatales, se irán al agua junto a él. A
temblar, señores. *** “La presidencia no se compra”, gritaron ayer seguidores
de MALO en la instalación de la Legislatura Federal. Les daríamos la razón, de
no ser porque ellos también invirtieron en esa adquisición. Que no les alcanzó
el dinero para comprarla, es otra cosa. *** Se dice que ahora, es más lucrativo
el negocio del huevo que el de las drogas. Está tan caro el producto faltante
en la Secretaría de Comercio, que aparte de lucrativo, no traerá consigo una
guerra. ***El plan de fuga frustrado de Pablo Abner Salazar, nos dicen, tendrá
otras implicaciones. Por lo pronto, el reo número uno de El Amate, según
reportes, lamenta el fracaso. Cómo no; en estos momentos anduviera por Brasil,
disfrutando lo que se robó. *** Las ventas de plazas en la Secretaría de
Educación, son el escándalo del momento. El viernes le tendré pelos y señales
de quienes las han comprado, cuánto han pagado y quienes han cobrado esas
plazas.
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