El peor alcalde de toda la historia de esta ciudad, Porfirio Lugardo López, se va y los policías municipales siguen con las detenciones arbitrarias.
Un problema que inició con esta administración y que afectó a varios ciudadanos en su patrimonio económico.
El último caso se dio el pasado 20 de julio, cuando Alfredo Espinosa Pérez, después de cenar, fue detenido por una patrulla 016 de la Policía Municipal de Huixtla.
“Me estuvo observando desde que entre a tomar mis alimentos para interceptarme y me detuvieran sin siquiera haber puesto en marcha el motor de mi vehículo”, esto porque lo llevaron a la preventiva con el argumento de ataques a las vías de comunicación.
El “modus operandis” es llamar al Delegado de Tránsito para verificar la aparente infracción y ser consignado ante el Ministerio Público, quien ordena un arresto por varias horas, y sin comunicación alguna, hasta después dejarles hablar con sus familiares para que paguen una fianza de 10 mil pesos para ser puesto en libertad, aunque con los cargos en contra.
Pero, ahí no termina todo, pues como Alfredo Espinosa, continua “el calvario”, con el cobro de su unidad por “arrastre” de parte de las grúas, aunque no den el servicio. Y si no cuentan con el dinero en ese instante, cada día que pasa aumenta la tarifa.
Aunque al final el Delegado de Tránsito accede a llegar a un arreglo con los afectados, pero con disminuir la multa, y dando un plazo de 15 días para pagar, sin importarle que la persona cuenta con los recursos.
En sí, una red de corrupción que en Huixtla se ha dado desde hace tres años, con la llegada de “Pilo” Lugardo al poder municipal, quien permitió las detenciones arbitrarias de parte de la policía, la cual deja con falta de credibilidad. (Redacción/Zona Costa)
Un problema que inició con esta administración y que afectó a varios ciudadanos en su patrimonio económico.
El último caso se dio el pasado 20 de julio, cuando Alfredo Espinosa Pérez, después de cenar, fue detenido por una patrulla 016 de la Policía Municipal de Huixtla.
“Me estuvo observando desde que entre a tomar mis alimentos para interceptarme y me detuvieran sin siquiera haber puesto en marcha el motor de mi vehículo”, esto porque lo llevaron a la preventiva con el argumento de ataques a las vías de comunicación.
El “modus operandis” es llamar al Delegado de Tránsito para verificar la aparente infracción y ser consignado ante el Ministerio Público, quien ordena un arresto por varias horas, y sin comunicación alguna, hasta después dejarles hablar con sus familiares para que paguen una fianza de 10 mil pesos para ser puesto en libertad, aunque con los cargos en contra.
Pero, ahí no termina todo, pues como Alfredo Espinosa, continua “el calvario”, con el cobro de su unidad por “arrastre” de parte de las grúas, aunque no den el servicio. Y si no cuentan con el dinero en ese instante, cada día que pasa aumenta la tarifa.
Aunque al final el Delegado de Tránsito accede a llegar a un arreglo con los afectados, pero con disminuir la multa, y dando un plazo de 15 días para pagar, sin importarle que la persona cuenta con los recursos.
En sí, una red de corrupción que en Huixtla se ha dado desde hace tres años, con la llegada de “Pilo” Lugardo al poder municipal, quien permitió las detenciones arbitrarias de parte de la policía, la cual deja con falta de credibilidad. (Redacción/Zona Costa)
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