Por sus monumentos funerarios, el panteón de esta ciudad destaca como patrimonio de interés.
Sin embargo, es vulnerable ante las inclemencias del tiempo, los movimientos telúricos y humanos, que lo hacen peligrar en su conservación, además que se encuentra en crisis por la sobresaturación.
Entre los edificios y lugares importantes conque cuenta nuestra ciudad, se encuentra el actual panteón, el cual se abrió el 16 de septiembre en el año de 1910, conforme a la investigación de Manuel de Jesús García Guillen, quien desde hace 9 años recopila la información de nuestro pasado.
El anterior --en la era de “Los Paz”--, estuvo en el lugar que ocupa el Auditorio Municipal, a una cuadra del centro de la ciudad, por lo que se decía que ahí asustaban y que incluso algunas personas han llegado a ver “El Cadejo” en las noches por ese rumbo, místico personaje de las leyendas urbanas de Huixtla.
Y el primero, mucho antes, estuvo en las inmediaciones de la Colonia El Relicario, porque aseguran que ahí al principio se asentó la población.
El cementerio de hoy, se ubica en la Avenida Ayuntamiento entre Calle Porfirio Díaz Oriente y Calle Francisco I. Madero, ya en los límites con el vecino municipio de Tuzantán.
Cuenta con un Servicio Médico Forense (SEMEFO), el cual no funciona el 100 por ciento por descuido de las autoridades correspondientes que no han mostrado su interés.
De la misma forma una capilla, que no se utiliza para las misas correspondientes, pues ya es una costumbre despedir a los difuntos en la iglesia del pueblo, San Francisco de Asís, por lo cual sufre del deterioro de los años.
Y particularmente de eso, se encuentra en crisis, pues desde hace años está a su máxima capacidad.
Por eso, en un mismo espacio se enterraron 4 cadáveres, al estar saturadas las 10 hectáreas que conforma el camposanto.
Si pensábamos que los muertos descansan en paz, la realidad es otra. Por lo menos en Huixtla, en donde hay más de 100 mil difuntos enterrados, a decir del velador Berzaín Rojas Figueroa.
“En sí, sobre uno hay otro. Hay como 4 en un solo lado”, señaló el cuidador del panteón de esta ciudad.
Este problema, se viene presentando desde años atrás y las autoridades municipales no han encontrado una solución a este asunto que ya es de interés social.
Por eso, el cuidador asegura que el Gobierno --aunque no aclaró qué administración-- adquirió una hectárea para ampliar el panteón, pero dicho terreno se encuentra con monte.
Además de que existe una media hectárea sobre el SEMEFO, pero que se ubica en los límites a Tuzantán, particularmente de inundarse, por lo cual los ciudadanos no ocupan ese espacio y prefieren encimar a sus muertos.
“Con 2 hectáreas, se solucionaría el problema de la saturación del panteón”, asegura Rojas Figueroa.
Conforme al velador, en Huixtla diariamente mueren entre 2 a 4 personas, y en ocasiones hasta 6, lo cual ha provocado la crisis del cementerio que ya no aguanta más.
Los mitos del panteón de Huixtla
Como todos los camposantos, el de esta ciudad también cuenta con varias leyendas, que están relacionadas a las urbanas.
Pero, esto no ha impedido para que a sus alrededores este poblado por familias, que no se preocupen del “vecino incómodo”.
Hay quienes cuentan que ahí llegan a terminar su recorrido por Huixtla tanto “La Llorona”, “El Sombrerón” y “El Cadejo”, quienes --conforme a los mitos-- salen desde el río en la madrugada.
Además, algunos vecinos del panteón, aseguran que han visto a varias personas extrañas que llegan en las madrugadas, a practicar ciertos actos de brujerías para cambiarles su destino, o pedir favores a los muertos.
En esta ocasión, presentamos una gráfica del panteón municipal, tomada en la celebración del Día de Muertos, como acostumbran los habitantes de la ciudad de la piedra.
La mortalidad en Huixtla
Entre 1998 y 2000, conforme a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), la localidad de Huixtla registró una tasa de mortalidad de 76.8 defunciones por 10 mil habitantes, cifra superior a la registrada en la entidad (40.4 defunciones por cada diez mil habitantes).
En el municipio, en este tiempo, se dieron 869 defunciones.
Por tumores, 126 personas. Por enfermedades del sistema respiratorio, 128. Por enfermedades del sistema circulatorio, 107. Enfermedades del sistema digestivo, 97. Por causas externas de morbilidad y mortandad, 131.
Enfermedades endocrinicas, nutricionales y metabólicas, 74. Por ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias, fallecieron 90. Por ciertas afecciones originadas en el período perinatal, 39.
Por enfermedades del sistema subcutáneo, 17. Por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómaticas, 16. Por enfermedades del sistema nervioso, 17. En, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, 7. Por enfermedades de la sangre y de los órganos hemapoyéticos, 6.
En trastornos mentales y del comportamiento, 9. Enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo, 3. Embarazo, Parto Y Puerperio, 1 y enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo, 1. (Redacción/Zona Costa)
Sin embargo, es vulnerable ante las inclemencias del tiempo, los movimientos telúricos y humanos, que lo hacen peligrar en su conservación, además que se encuentra en crisis por la sobresaturación.
Entre los edificios y lugares importantes conque cuenta nuestra ciudad, se encuentra el actual panteón, el cual se abrió el 16 de septiembre en el año de 1910, conforme a la investigación de Manuel de Jesús García Guillen, quien desde hace 9 años recopila la información de nuestro pasado.
El anterior --en la era de “Los Paz”--, estuvo en el lugar que ocupa el Auditorio Municipal, a una cuadra del centro de la ciudad, por lo que se decía que ahí asustaban y que incluso algunas personas han llegado a ver “El Cadejo” en las noches por ese rumbo, místico personaje de las leyendas urbanas de Huixtla.
Y el primero, mucho antes, estuvo en las inmediaciones de la Colonia El Relicario, porque aseguran que ahí al principio se asentó la población.
El cementerio de hoy, se ubica en la Avenida Ayuntamiento entre Calle Porfirio Díaz Oriente y Calle Francisco I. Madero, ya en los límites con el vecino municipio de Tuzantán.
Cuenta con un Servicio Médico Forense (SEMEFO), el cual no funciona el 100 por ciento por descuido de las autoridades correspondientes que no han mostrado su interés.
De la misma forma una capilla, que no se utiliza para las misas correspondientes, pues ya es una costumbre despedir a los difuntos en la iglesia del pueblo, San Francisco de Asís, por lo cual sufre del deterioro de los años.
Y particularmente de eso, se encuentra en crisis, pues desde hace años está a su máxima capacidad.
Por eso, en un mismo espacio se enterraron 4 cadáveres, al estar saturadas las 10 hectáreas que conforma el camposanto.
Si pensábamos que los muertos descansan en paz, la realidad es otra. Por lo menos en Huixtla, en donde hay más de 100 mil difuntos enterrados, a decir del velador Berzaín Rojas Figueroa.
“En sí, sobre uno hay otro. Hay como 4 en un solo lado”, señaló el cuidador del panteón de esta ciudad.
Este problema, se viene presentando desde años atrás y las autoridades municipales no han encontrado una solución a este asunto que ya es de interés social.
Por eso, el cuidador asegura que el Gobierno --aunque no aclaró qué administración-- adquirió una hectárea para ampliar el panteón, pero dicho terreno se encuentra con monte.
Además de que existe una media hectárea sobre el SEMEFO, pero que se ubica en los límites a Tuzantán, particularmente de inundarse, por lo cual los ciudadanos no ocupan ese espacio y prefieren encimar a sus muertos.
“Con 2 hectáreas, se solucionaría el problema de la saturación del panteón”, asegura Rojas Figueroa.
Conforme al velador, en Huixtla diariamente mueren entre 2 a 4 personas, y en ocasiones hasta 6, lo cual ha provocado la crisis del cementerio que ya no aguanta más.
Los mitos del panteón de Huixtla
Como todos los camposantos, el de esta ciudad también cuenta con varias leyendas, que están relacionadas a las urbanas.
Pero, esto no ha impedido para que a sus alrededores este poblado por familias, que no se preocupen del “vecino incómodo”.
Hay quienes cuentan que ahí llegan a terminar su recorrido por Huixtla tanto “La Llorona”, “El Sombrerón” y “El Cadejo”, quienes --conforme a los mitos-- salen desde el río en la madrugada.
Además, algunos vecinos del panteón, aseguran que han visto a varias personas extrañas que llegan en las madrugadas, a practicar ciertos actos de brujerías para cambiarles su destino, o pedir favores a los muertos.
En esta ocasión, presentamos una gráfica del panteón municipal, tomada en la celebración del Día de Muertos, como acostumbran los habitantes de la ciudad de la piedra.
La mortalidad en Huixtla
Entre 1998 y 2000, conforme a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), la localidad de Huixtla registró una tasa de mortalidad de 76.8 defunciones por 10 mil habitantes, cifra superior a la registrada en la entidad (40.4 defunciones por cada diez mil habitantes).
En el municipio, en este tiempo, se dieron 869 defunciones.
Por tumores, 126 personas. Por enfermedades del sistema respiratorio, 128. Por enfermedades del sistema circulatorio, 107. Enfermedades del sistema digestivo, 97. Por causas externas de morbilidad y mortandad, 131.
Enfermedades endocrinicas, nutricionales y metabólicas, 74. Por ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias, fallecieron 90. Por ciertas afecciones originadas en el período perinatal, 39.
Por enfermedades del sistema subcutáneo, 17. Por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómaticas, 16. Por enfermedades del sistema nervioso, 17. En, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, 7. Por enfermedades de la sangre y de los órganos hemapoyéticos, 6.
En trastornos mentales y del comportamiento, 9. Enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo, 3. Embarazo, Parto Y Puerperio, 1 y enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo, 1. (Redacción/Zona Costa)
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