Subscribe Twitter

jueves, 10 de abril de 2008

Historia


La leyenda de la piedra de Huixtla

Nuestro pasado, no podría quedar sin leyendas. Sobre todo la que rodea a la milenaria piedra de Huixtla, que es reconocida a nivel internacional por los mitos que se han creado.
Conforme a Soconusco.com --que se ha dedicado a fomentar las historias y las riquezas de los municipios de nuestra región--, es una enorme roca situada en lo alto de una montaña de silueta suave, visible perfectamente a varios kilómetros de distancia.
Alcanza aproximadamente los 120 metros de altura y es única, pues por los alrededores no existen piedras de semejantes dimensiones. En torno a ella se han tejido infinidad de leyendas que intentan explicar su origen, como la siguiente, que es una de ellas:
"Era una gran campana que se convirtió en piedra. 20 hombres la traían a cuestas desde Guatemala, pero después de un mes de viaje se sintieron cansados y al llegar a esta montaña decidieron descansar dejándola sobre 3 piedras. Al escuchar a un gallo cantar, un burro rebuznar, un caballo relinchar y una campana repicar, debían levantarla de nuevo para continuar el viaje.
Los hombres estaban tan cansados que no escucharon la señal y cuando quisieron levantarla no pudieron, se convirtió en piedra y quedó mirando al este. Los pueblos y fincas tuvieron entonces cosechas en gran cantidad: Cacao, frutas, arroz, fríjol, maíz, etc.
En agradecimiento se ofrecía a la piedra, después de cada cosecha, aguardiente, puros, flores, sangre de animales, entre otras cosas”.
Otra leyenda, según la página que se ha dedicado a la historia de los pueblos de El Soconusco, que "durante la fundación de Huixtlán (Huixtla), un sacerdote brujo mayor de Guatemala obsequia una gran campana para el templo de la nueva población. Se encomienda a otro sacerdote de brujo llevarla y entregarla.
Esta campana poseía un maleficio que indicaba que durante su traslado no debía tocar tierra. Caminó entonces el sacerdote con la enorme campana a cuestas por las montañas. Después de caminar durante algún tiempo, cansado y sediento, se encontró con una anciana que le ofrecía agua para beber. El sacerdote no resistió la tentación, tomó el agua y decidió descansar para continuar su viaje a la mañana siguiente.
Al despertar descubrió que la pesada campana se había transformado en piedra, cumpliéndose así el maleficio".
Se cuenta también, conforme a los investigadores de Soconusco.com, que "la campana había sido retirada de un templo en Huixtla y se había ordenado su traslado a Tuxtla con órdenes de no posarla sobre la tierra, pues un encanto que pesaba sobre ella indicaba que nunca debía ser sacada de Huixtla.
Al llegar al sitio en donde se encuentra actualmente los hombres que la trasladaba se detuvieron a descansar y a beber un poco de pozol que les ofrecieron. Más tarde al intentar continuar con su viaje ya no pudieron levantarla pues se había convertido en una enorme y pesada roca, y así no pudieron quitarle a Huixtla su campana."
Y como se tratan de leyendas, no hay un dato preciso para dar crédito de que se trata de realidad o parte de la creación de nuestro pueblo. El que podría ser mas aceptado de todos es el que dejó plasmado el entonces cronista de la ciudad, el señor José María Soto Paz.
“Existe la que atribuyen a la piedra de Huixtla y a Juan No, personaje imaginario, tan popular entre la gente de nuestro pueblo. Nos dice haber existido en tiempos remotos imprecisos un huerto de varados árboles frutales a los alrededores de la piedra, cuya vigilancia estaba al cuidado de Juan No, quien se encargaba de velar porque los visitantes pudieran comer las frutas que deseasen dentro del huerto encantado, lo que así sucedió por la curiosidad de un visitante que las transportó para cerciorarse de la veracidad del encantamiento”, cita en el folleto que dejó el persona de nuestro historia.
Pero, cita que hay otra, que se refiere a que las tierras de Huixtla eran encantadas antes de su fundación y seres encantados enviaron de lejanos puntos una enorme campana para su servicio que debería conducirse a espaldas de Juan No, con la condición de no descansar en ninguna parte de largo camino, por correr el riesgo de transformarse en simple piedra y terminar al mismo tiempo el encantamiento del pueblo.
Juan No, según Don Soto Paz, recorrió la mayor parte del trayecto con la carga, pero al llegar al filo de la serranía no descansó hasta el pueblo en donde colocó la campana que se convirtió en la que es ahora la majestuosa piedra de Huixtla.
Pero, para Soconusco.com, se cuenta también que la piedra no ha estado siempre en la misma posición: "Hace mucho tiempo ocurrió una "culebrina de agua". Llovió en forma intensa y sin cesar durante 8 días y 8 noches. Durante el octavo día de la tormenta, se escuchó un trueno muy fuerte que provenía de la piedra, y al noveno día en que al fin aclaró, todos se dieron cuenta que la posición de la piedra había cambiado” y que por eso ahora miraba hacia el mar.
En la actualidad, algunas personas que habitan en las cercanías de la piedra aseguran escuchar a un gallo cantar, un burro rebuznar, un caballo relinchar y... una campana repicar.
Conforme a Manuel de Jesús García Guillen --el historiador que nos ha apoyado en este primer mes de remembranza--, también existe la leyenda de 2 personajes debido al ingenio de los huixtlecos, a quienes se les atribuye conversaciones y frases chistosas, así como dichos y dicharachos que son No Quile y Na Mede.
El entonces cronista de la ciudad, en su folleto que dejó como precedente, narra que estos protagonistas han venido figurando en boca de mucha gente, como la leyenda de la malora --mas conocida como “La Llorona-- que supuestamente recorre las calles de Huixtla. (Investigaciones Especiales/Zona Costa)

0 comentarios:

¡La decisión es tuya!

Encuesta cerrada.

Gracias por tu participación.

Los resultados se publicarán este martes 01 de julio en el Interdiario Zona Costa

Interdiario

Interdiario

Interdiario

creating a gif