Consideran que inseguridad en México tiene remedio

Monterrey, Nuevo León, Octubre 01.- El ex alcalde de Bogotá, Colombia, Antanas Mockus, advirtió que la inseguridad que padece México y, particularmente, Nuevo León, "no es una enfermedad terminal, pues tiene remedio".
El personaje de la política colombiana al que se le atribuye la reducción de los índices de inseguridad en esa capital -en donde fue alcalde por dos periodos- aseguró que sí hay solución para combatir el crimen organizado aunque no es un proceso rápido, porque se debe encontrar la fórmula para hacer entender a la sociedad que "cada vida es sagrada y debemos de protegerla".
"El remedio puede no ser rápido, pero hay que encontrar maneras para empezar a conseguir resultados. A veces, como pasó un poco en Bogotá, enseñar que las vidas son sagradas y debemos protegerlas, por ejemplo frente a los accidentes de tránsito. Lograr que los médicos dieran testimonio de que se cambiara la hora de venta de alcohol y las urgencias de viernes y sábado en la noche era distinto".
Abundó que "debemos mostrar de mil maneras que el ser humano debe utilizar parte de su inteligencia en cuidar su propia vida, y el miedo es uno de los efectos de la inseguridad, pero otro efecto puede ser la solidaridad, la presión social no violenta".
El edil colombiano explicó que una vez cambiada la cultura de la ciudadanía empezaron las acciones colectivas, respaldadas por los cuerpos policiacos, las organizaciones no gubernamentales, asociaciones civiles y la iglesia católica.
"Bajamos de 80 homicidios por 100 mil habitantes a 18 por el mismo número y esa cifra sigue siendo alta, pero esos fueron los logros".
"Hay temas de policía sofisticada, del área de inteligencia que corresponden a los niveles superiores del estado, como alcalde dediqué algunos recursos a capacitación, a la comunidad le conviene y de hecho es su reclamo en el sentido de que la lucha contra el crimen organizado sea efectiva".
Aseveró que en su concepto de lucha contra la delincuencia organizada no radica nada más en eliminar a los delincuentes, sino calcular, interrumpir el tráfico, incautar drogas y la demostración -por parte de los policías- de la vida cotidiana.
"Nosotros llevamos a 3 mil 600 policías durante un mes de tiempo completo a las mejores universidades de Bogotá en un curso denominado Ciudadanos Formadores de Ciudadanos, eso tomando en cuenta que un ciudadano es un policía y debe ayudar a formar a otro ciudadano, ésa fue la tesis".
En el dialogo con estudiantes y directivos de dos de las universidades privadas más importantes del país -el Tecnológico de Monterrey y la UDEM- el ex funcionario de Bogota resaltó la necesidad de unir los diversos instrumentos de la cultura con los de la ley.
"Se necesita jueces, procuradores, fiscales, policías, judiciales, todo eso para actuar más fuerte y contundentemente, pero esa fortaleza no se podría dar si no hay simultáneamente un movimiento social de clarificación del tema de presión social amigable sobre los delincuentes, que incluso, logran dar ganancias a los familiares".
"De hecho, muchas veces como la familia se beneficia económicamente del crimen, se hacen de la vista gorda, pero eso varía, porque hay esposas, mujeres, hijas que se dan cuenta del riesgo y prefieren vivir más pobres, pero no sometidas al riesgo".
El tema prioritario que es cuidar la vida propia y ajena, abundó, es "un tema de género", ya que las mujeres suelen cuidar más su vida.
"Será porque la dan, o saben que humanizar un ser humano demanda miles y miles de horas, entonces las mujeres deberían ser aliadas, las muchachas jóvenes deberían mandarle señales muy claras a los jóvenes advirtiéndoles que los necesitan con 50 años de esperanza de vida, no con diez o 15, que es lo que tienen los que se meten a las bandas criminales".
Para concluir su ponencia, aseguró que quien decide ingresar a las bandas delictivas está cambiando 30 o 40 años de vida por altos ingresos.
"Hoy en día, en el altar del dinero los sacrificios son 500 veces más crueles que los aztecas, y ese dato es por números, por cantidad de víctimas y también porque en el pasado los sacrificios eran para reconocer lo sagrado.; hoy, para ponerse al servicio de lo que es el dinero". (De Las Agencias)